Crítica Enredados; La resurrección de las princesas Disney

7/10

Hace mucho que no teníamos noticias de una buena película que fuese digna sucesora de las grandes aventuras que generaciones y generaciones de personas vivimos durante años con cintas como La Sirenita, Aladdin, La Cenicienta, Blancanieves y toda aquella sucesión de películas donde la animación a mano hacía las delicias de espectadores embobados en la gran y pequeña pantalla.
Las películas Disney dejaron de ser películas Disney en el preciso momento en que veíamos los créditos finales de Mulán, aquella hipnótica, aunque flojita, historia acerca de una joven china que desea entrar en el ejército imperial de su país con el consecuente inconveniente de que es una mujer que pretende irrumpir en un mundo de hombres. En ese momento, las princesas Disney dejaron de existir en detrimento de unas magníficas películas que Disney produjo en la sombra a la factoría Pixar: Toy Story, Wall-E o Up, por citar algunas de las más importantes.
¿Qué fue de aquellas princesas, reinas, mujeres capaces de hacer frente a cualquier adversidad y romper los grilletes de las sociedades donde vivían? Parece que hace mucho que no oímos hablar de Ariel, de Mulán, de Jazmín o de Esmeralda. Recuerdo como muchas de mis compañeras de colegio tenían sus muñecas con las figuras de estas heroínas de la factoría Disney.
Pero estamos de enhorabuena. Este 2010 es testigo de la llegada de Rapunzel, una princesita hija de reyes que es secuestrada por una malvada bruja la cual encierra en una torre sin posibilidad alguna de escapatoria. Pese a estar realizada íntegramente por ordenador, los que tenemos las retinas curtidas en las aventuras de Disney, notamos como no se ha pretendido exagerar los efectos sino que existen secuencias en las que parece que estamos asistiendo a otra resurrección: la de la animación a mano. 
Con un guión apto para todos los públicos donde se suceden escenas que recuerdan a los mejores momentos románticos de aquellas aventuras que nos enamoraron de pequeños nos llega Enredados. Sin duda, y como en todas las cintas Disney, hay personajes que recordaremos el resto de nuestra existencia. Si en La Sirenita la estrella era el cangrejo Sebastián, en El Rey León eran Timón y Pumba, en Aladdin era el genio de la lámpara, en Enredados la nota de color la ponen tres personajes. En primer lugar, un camaleón de tamaño casi minúsculo que con sus curiosos y simpáticos gestos ha hecho las delicias de todos los públicos. En segundo puesto, un caballo que más que un equino se asemeja a un perro siempre a las órdenes de todo aquel que le da alguna orden. Y para terminar, un príncipe que recuerda a aquellos "machitos" que poblaban las aventuras Disney de antaño. Su "pose" ha quedado en el imaginario de más de uno (y una) que seguramente está leyendo estas líneas.
Lo único que parece más cansino en esta buena película de Disney son las canciones. La originalidad se ha perdido y prácticamente ninguno de los temas que aparecen a lo largo de la banda sonora merecen absolutamente la pena. Aunque había que completar el podio de cara a los Oscar y para ello se escogió a "I See The Light" con el fin de competir de cara a la próxima edición de los premios más importantes del mundo del cine. 
Absolutamente recomendable esta Enredados para compartir una buena tarde de cine con los niños, con tu pareja o con un grupo de amigos que sean verdaderamente unos nostálgicos de aquellas películas con las que los niños de aquella época no podíamos despegar ni un momento los ojos de la pantalla. Enredados es un homenaje a los clásicos, a las princesas y a toda una generación que triunfó gracias a los esfuerzos de aquella "malvada empresa" (véase Los Simpsons: La Película, 2008) llamada Walt Disney Pictures.

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