Una obra maestra animada por la fantasía y el espíritu de la infancia perdida. Toy Story 3 es la guinda perfecta a una saga ya inmortal en la historia del cine. No sólo dentro del género de animación o infantil, sino como una obra maestra del cine con mayúsculas, aquel de grandes iconos de carne y hueso, proyecciones ancestrales y absolutos genios de la dirección. Pixar lo ha logrado por méritos propios, con cariño enternecedor, mesura, diversión sana y originalidad sin límites. Por ello se ha colocado entre las películas mejor valoradas del año 2010 y, como no podía ser de otro modo, a la cabeza de nuestra lista anual de favoritas.
Y es que, recordemos, el arte no está sujeto a clichés o géneros estandar. La prueba está en que el mejor cine de los últimos quince años ha estado confeccionado con efectos digitales y una pasión irredenta por contar historias que entroncan con el espíritu del niño que todos llevamos dentro.
2. Origen
El sueño compartido de Chuang Tzu. Christopher Nolan actualiza el mundo onírico según las claves del cine comercial contemporáneo sin perder las evidentes pretensiones de autoría, exigiendo un mínimo de esfuerzo intelectual a un público masivo de multisalas. El resultado; Origen, una laberíntica fábula surrealista, apabullante visualmente, que nos conduce a los íntimos estados del subconsciente de un anti-héroe lastrado por el peso de los recuerdos y la ambición desmedida que suscitó su desgracia.
Nolan reinventa el thriller, le añade suspense, romance y ciencia ficción, y luego lo agita para conformar un cóctel explosivo de calidad evidente. Se hablan de muchas referencias, desde Buñuel y Resnais hasta Hitchcock, pasando por la espectacularidad futurista de Matrix, sin embargo, parece que Nolan se basta y se sobra para elaborar un discurso cinematográfico más o menos coherente, poderoso y original que se erige como una de las películas más interesantes del año.
3. Shutter Island
Esto es cine. Scorsese no especula con grandes ideas, ni reflexiona en tono grandilocuente acerca de la naturaleza humana, únicamente cuenta una historia, en la mayoría de las ocasiones inspirada en una novela, con todos los mecanismos que el arte cinematográfico le confiere. No escatima en efectos sonoros, encuadres aberrantes o movimientos imposibles; es puro cine.
Shutter Island te atrapa en una telaraña de misterio con final sorpresa que, afortunadamente, se aleja de la trama tramposa y efectista en la que muchas películas caen en una tendencia redundante en los últimos tiempos. Scorsese vuelve a sorprendernos, en esta ocasión con suspense y el mejor estilo de género. Un artesano del cine que no se esfuerza en ocultarlo.
4. Buried
Una experiencia fílmica sin concesiones. Son necesarias dosis ingentes de osadía, coraje y escaso temor al fracaso para llevar a cabo uno de los experimentos fílmicos más estimulantes del año. Y el joven director español Rodrigo Cortés lo ha hecho con una maestría que ya quisieran para si legiones de experimentados realizadores con demasiado ego para reconocer el talento desmedido de las nuevas generaciones.
Buried (Enterrado) es una apuesta radical por el cine de espectáculo bien confeccionado, a medio camino entre el consumo rápido del público de multisalas y el disfrute pausado de los más acérrimos amantes del cine. Y es que Rodrigo Cortés únicamente necesita a Ryan Reynolds , un ataúd (en realidad fueron siete para adaptarse a las diferentes necesidades de la trama), una fotografía sensacional en claroscuros de Eduard Grau y la inquietante música de Víctor Reyes para montar un apasionante experimento cinematográfico de 90 minutos de tensión constante.
5. Biutiful
5. Biutiful
La fonética de una vida desgarrada. Una de las cintas más incomprendidas del año. Las comparaciones entre Iñárritu y Arriaga son odiosas. Pero el viaje por el interior de un ser humano al borde del precipicio emocional no puede pasar desapercibido en nuestra lista. Javier Bardem se consagra como actor y nos regala uno de los mejores papeles de su carrera.
6. El Escritor
Las apariencias engañan. Roman Polanski arrasa en los Premios del Cine Europeo y lo hace con una película que emula el espíritu de las grandes películas de Alfred Hitchcock y el clásico suspense de la Historia del Cine. Gracias a El Escritor, hemos descubierto de nuevo al gran Ewan McGregor y a un desaparecido Pierce Brosnan.
7. La Red Social
La definición del siglo XXI. Una de las películas mejor escritas del año y con una dirección formidable. Sin embargo, la trama no da más de sí y nos parece muy sospechoso que haya recibido tantas y tantas alabanzas. La historia es simple, está muy bien narrada y cuenta con buenas recreaciones, aunque sigamos sin soportar a Jesse Eisenberg.
8. El Americano
Cambio de rumbo. Gran ejercicio de estilo de su director, Anton Corbijn, y arriesgada apuesta de George Clooney quien protagoniza y produce la película. Pese a su nulo éxito entre el público, nosotros hemos decidido incluir esta cinta entre las mejores del año. Su intrigante pulso narrativo y la reconversión en la carrera como actor de Clooney bien merecen la pena.
9. The Lovely Bones
El onírico retrato del más allá. Peter Jackson no nos defrauda y ofrece al espectador una compleja historia en la que se mezclan, con enorme talento, una gran diversidad de géneros que matizan, ahondan o rebajan, según convenga, las fuertes emociones que le trama destapa y desarrolla a lo largo de la película. El asesinato de una joven vital y resplandeciente a manos de un retorcido asesino con apariencia de anodino vecino de al lado bien podría haberse convertido en un drama antológico sobre la lucha de unos padres desesperados por conocer la verdad, y esa sin duda es una de las vertientes que explota Lovely Bones, sin embargo Jackson va más allá y complementa la historia con fantasía, intriga e incluso humor.
Todo ello engarzado con un montaje prodigioso y una dirección francamente insuperable. Lovely Bones puede parecer a algunos algo remilgada o sencillamente desvirtuada, no obstante, lo que no se le puede negar es la pasmosa habilidad de Peter Jackson para engarzar la fantasía con la realidad, combinando planos, voces y lugares de forma continua, como una larga secuencia de dos horas de duración sin cortes aparentes.
10. El Concierto
Melodioso canto hilarante. La comedia europea está de enhorabuena. Más allá de los gags escatológicos que imperan en el cine estadounidense, los realizadores del continente han encontrado su fórmula en personajes tiernos, historias entrañables y un ritmo frenético que propicia la sonrisa constante antes que la carcajada espontánea. En la mente de todos están cintas como las recientes Bienvenidos al Norte o Buscando a Eric. Son películas con alma, dirigidas al corazón, aparentemente sin pretensiones aunque con un profundo poso de crítica.
Todos estos son ingredientes que se aglutinan en la certera El Concierto, tercer largometraje del rumano Radu Mihaileanu afincando en Francia, tras las muy apreciables y divertidas El tren de la vida y Vete y vive. Emociones engarzadas en una hilarante trama de chistes políticos y situaciones absurdas hábilmente conducidas es lo que nos ofrece ahora Mihaileanu en una recomendable cinta para el entretenimiento de una tarde de invierno.