A principios de año, pocos son los cinéfilos que se abstienen de recapitular todo aquello que nos ha deparado el curso cinematográfico pasado. Nosotros no vamos a ser menos y a continuación os ofrecemos nuestra lista de las 10 mejores del año.
1. Gran Torino
Un año más, el maestro Eastwood nos rescata del tedio y la mediocridad general del mundo cinematográfico actual para brindarnos una joya llamada Gran Torino. En contra de sus propios propósitos, el incombustible director vuelve a enfrentarse a las cámaras en un papel hecho a su medida; un malencarado ex combatiente de Corea que acaba de perder a su mujer y presencia los profundos cambios que están aconteciendo en su barrio. Eastwood maneja el ritmo de la película, entre la distensión y el conflicto, con la maestría que confiere la experiencia. Su cine es sincero, emocional y directo; una pura experiencia cinematográfica sin concesiones. Ya rozó la perfección con Mystic River, Cartas desde Iwo Jima o El Intercambio, y ahora esperamos impacientemente su nuevo trabajo, Invictus, con el que posiblemente se confirme como uno de los mejores directores de cine del mundo.
2. Up
No es ninguna novedad que los estudios de animación de Pixar conciban éxito tras éxito de forma correlativa; Toy Story, Monstruos S.A, Ratatouille o Wall-e son sólo algunos ejemplos. No obstante, este año su nivel de calidad, tanto técnica como cinematográfica, se ha elevado hasta cotas que rozan la perfección. Up se erige como la cumbre de la animación actual principalmente porque ha sabido construir una historia de enorme belleza centrada en un nostálgico anciano que persigue los sueños que durante su vida se les escaparon como globos de helio. Su obertura muda de unos quince minutos de duración es, sin lugar a dudas, lo mejor que se ha visto este año en los cines. El señor Frederiksen ya ocupa un lugar en el corazón de todos nosotros.
3. Malditos Bastardos
Quentin Tarantino nos regala una de sus mejores películas y una de sus locuras más impactantes de los últimos años y la gran osadía de tener un libro de Historia en la mano y tirarlo al cubo de la basura. Sin ser pretencioso, Tarantino hace que la Segunda Guerra Mundial se convierta en una historia de venganza, amor, locura, drama, traiciones y humor.
De esta forma y junto a un reparto inigualable formado por Brad Pitt (en el papel del vengativo y carismático teniente Aldo Raine), la bella Mélanie Laurent, el genial nazi al cual todos los más sucios calificativos le vienen pequeños interpretado por un enorme Christoph Waltz, la inimitable Diane Kruger, el indefinido Daniel Brühl y los "bastardos", interpretados por Eli Roth, Gedeon Buckhard o Michael Fassbender, Quentin Tarantino ofrece una película que merece ser rescatada de vez en cuando para descubrir como un gran y consagrado director se puede permitir el lujo de no querer hacer una película histórica, sino hacer de la Historia un verdadero entretenimiento.
4. Revolutionary Road
Posiblemente conforman el triángulo perfecto para construir una buena película; San Mendes tras las cámaras y Leonardo DiCaprio y Kate Winslet dando vida a unos personajes desquiciados por una sociedad opresiva y falsamente feliz. El matrimonio que conforman ambos actores se debate en una lucha sin cuartel por hacer preponderar sus ideas sobre el otro, engullidos por la implacable vorágine de una cotidianeidad exasperante que retiene a uno e impulsa como un resorte al otro hacia un lugar tan soñado como abstracto. Mendes consigue captar con realismo la esencia misma del conflicto, desnuda a sus personajes ante la cámara y los lanza hacia un destino oscuro y trágico. Fue injustamente obviada en la pasada edición de los Oscar y por ello, desde aquí, la reivindicamos como de lo mejor del 2009.
5. El caso de Benjamin Button
A mi parecer, fue la gran perdedora de la pasada gala de los Oscar. Con 13 nominaciones, El Curioso Caso de Benjamin Button fue una de las películas más nominadas de la Historia y era la gran favorita. No obstante, una película británica, que aunque muy buena también así como respetable en todos sus aspectos, consiguió alzarse con 8 de los 10 premios a los que optaba. Así, David Fincher y todo su equipo se quedaron con dos palmos de narices al ver como iban escapándose 10 de sus 13 nominaciones.
El Curioso Caso de Benjamin Button es un manual de cómo hacer una gran película a partir de un libro de apenas una veintena de páginas acerca de una fantástica historia en la que un hombre rejuvenece a medida que va pasando el tiempo. Un maravilloso cuento sobre las ocasiones perdidas, el arte de aprovechar al máximo cada momento. Una mágica historia de amor, romance y una magistral obra de arte para todos aquellos que el año pasado nos quedamos con las ansias insatisfechas de verla en lo más alto de los Oscar.
6. Slumdog Millionaire
Precedida por la gloria, concretamente ocho Oscar incluyendo Mejor Película, la aventura india de un director tan inclasificable como Danny Boyle, Slumdog Millionaire fue una grata sorpresa por la originalidad de su propuesta y la vibrante narración de las peripecias de un falso héroe que, tras sufrir lo indecible, se gana a la chica y, además, consigue el premio del concurso. Con una banda sonora potente, una fotografía de gran belleza y una verdadera obra arquitectónica de montaje, la película de Boyle consigue entretener y emocionar a la vez lo que, hoy día, no es cosa fácil.
7. La cinta blanca
La Cinta Blanca es como su director: absorbente, mágica e impactante. Michael Haneke traza un maravilloso relato de la Alemania de principios del siglo XX, en una época en la que el miedo, el pánico y las guerras mundiales estaban en las puertas del viejo continente. Con una fotografía en blanco y negro que quita la respiración, Haneke comienza a dibujar el relato de las causas de los grandes miedos que han azotado al siglo pasado de una manera que jamás habíamos visto. Los jóvenes actores portadores de esa cinta blanca que tantas cosas simbolizan así como las historias que Haneke destapa en la película traen a la memoria una serie de recuerdos nada agradables sobre cómo comenzaron los grandes males de la Humanidad.
Con un guión en el que ocurren una serie de desgracias en un pequeño pueblo y la investigación que sigue el nuevo maestro que llega a la escuela, el gran director austriaco aprovecha la ocasión para darnos una lección magistral y presencial de Historia en imágenes que nadie debe perderse.
8. 500 días juntos
Cada año se cuela en nuestras carteleras un par de películas de corte independiente que consiguen conquistar al público a base de un guión conseguido y un tono amable. Al inicio de 500 days of Summer se nos advierte de que no se trata de una comedia en la que finalmente y tras superar todos los obstáculos prevalece el amor. Esta es una historia de cómo un chico se enamora de una chica y de cómo, meses después, la realidad muestra su lado más triste y llega la hora de la separación; el círculo se cierra y todo parece venirse abajo, pero siempre existe la posibilidad de que un nuevo círculo se abra. Marc Webb concibe en su debut una comedia original, de cierto tono melancólico, y con actores en estado de gracia, que nos provoca, al final, un esbozo de sonrisa de puro placer.
9. Buscando a Eric
Ken Loach siempre es bien recibido. Su cine social es hoy día un referente para todo el continente europeo, por el realismo poético con el que tiñe sus películas y por la tierna fragilidad de sus personajes. En esta ocasión, Loach nos sorprende con una comedia futbolística en torno a la figura de Eric Cantona, o más concretamente a cómo vive la pasión por el fútbol nuestro agobiado personaje; un Steve Evets completamente sensacional. No obstante, la cuestión social no es abandonada por la mera risa fácil y que es a partir de la acostumbrada crítica de Loach (la violencia a la que se ven sometidos, pasiva o activamente, los jóvenes británicos) cuando surge el verdadero componente cómico. No se la pierdan en versión original.
10. Enemigos Públicos
Una de las películas del año. Quizás pasó algo desapercibida o simplemente que la gente se sintió algo decepcionada puesto que se esperaba una película de acción al estilo Collateral o Heat. Pero sin embargo, y en lugar de todo eso, se encontraron con una película "soporífera, aburrida y tediosa".
Nada más alejado de la realidad. Es todo un manual de estilo del estilo de dirección de Michael Mann. No es una película de acción al uso con multitud de disparos, explosiones y escenas de sexo entre el protagonista y su joven y rubia partenaire. Sin embargo y gracias a la presencia de uno de los actores más importantes de los últimos años como es Johnny Depp acompañado del, por suerte, emergente Christian Bale así como la ganadora del Oscar y nueva diva del cine americano Marion Cotillard, la película consigue mantener un suspense nunca visto en este tipo del cine ya que Mann optó por hacer esta película en un estilo documental y cámara en mano que atraerá a más de uno.
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