Crítica La Invención de Hugo; Un cuento maravilloso sobre los orígenes del Cine

9,5/10

El pasado año 2011 será recordado por los amantes del cine como aquel en que nos llegaron dos obras maestras que homenajeaban la propia tradición del séptimo arte. Tras el gozo que supuso ver The Artist, ahora nos llega de la mano de Martin Scorsese, esta obra maestra de la técnica que irrumpe en nuestros corazones y emociona con una tierna historia que sirve de carta de amor a su propia forma de vida. Resulta raro contemplar una película de Scorsese que no trate sobre la Mafia y sus asesinatos, con ambientes oscuros que analizan y perfilan las siluetas de hombres y mujeres con ansias de venganza y crimen. También resulta extraño no ver una película de Scorsese en la que no participen alguno de sus actores fetiche, aquellos a los que ha proporcionado un lugar en el Olimpo. Y precisamente en la novedad que se autoimpone el legendario realizador reside la magia que desprende una obra maestra del calibre de La Invención de Hugo.
Con un reparto estelar y brillante, la película navega hasta la más profunda Historia del Cine introduciéndonos de lleno en la memoria de uno de los más grandes magos y creadores que permitieron el desarrollo y auge del cine tal y como lo conocemos hoy en día. No desvelaré ningún detalle de la trama puesto que la película está concebida para no conocer absolutamente nada más que la aventura a la que se enfrentan dos niños cuando encuentran un autómata que creían estropeado y el cual les llevará a vivir una aventura tan mágica como enfática. Cualquier resquicio de sinopsis resulta un despropósito y una falta de respeto a un espectador que debe verse entregado ante lo que se dispone a contemplar.
Un amante del cine sabrá valorar La Invención de Hugo como una de las obras maestras del año. Contrapuesta a The Artist, ésta se arriesga a utilizar el blanco y negro así como la ausencia de sonido para homenajear al cine y el periodo concreto del paso del mundo al sonoro que marcó un antes y un después en la producción fílmica. En La Invención de Hugo nos vamos algunas décadas atrás y vivimos el origen de ese arte que Martin Scorsese conoce tanto y tan bien.
Hasta un total de once nominaciones avalan la llegada a los Oscars de esta declaración de amor al cine de uno de sus más representativos nombres propios. Martin Scorsese utiliza la técnica del 3D para dibujar una película con una historia bien escrita, con un montaje sublime y con un uso de los efectos que bien merecen el ocaso de las tres dimensiones. La cinta, con dos planos secuencia situados al inicio y al término del metraje, es disfrutable en ambos formatos siendo de una espectacularidad algo más manifiesta en el formato escogido por Scorsese para rodarla. La Invención de Hugo es todo aquello que Avatar quiso ser y no pudo. El público que se vio engañado por James Cameron y su supuesta revolución encuentra su recompensa con esta última y bellísima producción de Marty. Ben Kingsley y la emotividad de su rostro encarnando a su protagonista. Chloe Moretz y el contrapunto perfecto que supone la infancia combinado con el papel de Asa Butterfield, el artífice de la trama. Los arranques de comicidad de Sacha Baron Cohen y su perro e incluso las breves y mágicas apariciones del gran Christopher Lee y de Jude Law. Un reparto que conforman un sueño del que ningún aficionado al cine querría despertar. Estamos ante una dedicatoria de absoluto amor de uno de los cineastas más respetados de nuestro tiempo. No podemos afirmar que La Invención de Hugo sea la mejor película de Martin Scorsese pero su valentía, su sentido de la épica, su afán por ser maestro de maestros queda demostrado en esta mágica, bella y preciosa cinta que adapta la novela de Brian Selznick con una factura intachable.
Nunca volveremos a vivir una fantasía semejante.

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