[Retrospectiva Kubrick] Eyes Wide Shut

9/10

Hay quien todavía se atreve a pronunciarse para describir esta película, la última del director al que dedicamos esta retrospectiva, como una cinta de corte pornográficao. Y no es porque no sea verdad que la película tiene alguna escena que otra subida de tono.
Cuando vi por primera vez Eyes Wide Shut estaba en mi más tierna adolescencia. Cuando acabó la película, me quedé igual que cuando había empezado. No tenía ni idea de qué era lo que había visto. Lo único que me sonaba de Kubrick era un cartel (por aquel entonces ya me llamó la atención) de La Naranja Mecánica que había visto en un libro que me regalaron, hacía ya algunos años
La recuperé en el momento en que comenzó a picarme el mosquito del cine y cuando el primer autor al que intenté estudiar a fondo fue precisamente a Stanley Kubrick. Antes de atreverme a ver cualquiera de sus obras, volví a visionar Eyes Wide Shut. Entendí algo aunque de nuevo me perdía en el laberinto de ideas que transmite este film.
De nuevo, la volví a ver e incluso la adquirí en edición especial por un precio realmente excelente y volví a las andadas. Y de nuevo me perdía. Aunque ya empecé a hacer mis esquemas. Vamos a trazar, para entender esta película, una serie de pautas. En primer lugar hemos de hacer referencia al planteamiento de la primera parte de la película en la que el Dr. Harford (interpretado por Tom Cruise) tiene que enfrentarse a la forma que tiene de plantear su matrimonio con su bella esposa (interpretada por su entonces esposa Nicole Kidman en un arriesgadísimo pero excelente papel). Para Bill Harford, su matrimonio es algo rutinario y que carece de interés absoluto. Es solo una forma de pasar la vida, incluso llegando a tener una hija. En segundo lugar, es necesario ubicar al Dr. Harford en una situación de crisis cuando su mujer le confiesa un oscuro deseo que tuvo con un miembro de la U.S. Navy y que a punto estuvo de acabar con su matrimonio. En este momento, que en la película se refleja cuando Cruise y Kidman tienen un momento íntimo en el cual, mientras consumen marihuana, se hablan el uno al otro como nunca antes lo hicieron. Harford sale a la calle tras recibir una llamada en la que un paciente ha muerto y tiene que ir a ver a su esposa para acompañarla en el sentimiento. En ese momento, comienza a pensar en como su mujer tuvo ese sueño con aquel miembro del Ejército americano y se ofusca en recrear en su imaginación el cómo y el cuando de aquel instante. Eso le obliga a intentar remediar la situación y buscar el deseo sexual fuera del matrimonio. Esa misma noche conoce a una prostituta que le ayuda a intentar conseguir sus objetivos.
La historia avanza de tal modo que el personaje de Cruise se adentra en una espiral de orgías y ceremonias ocultas en las cuales todo el mundo parece conocerse pero no le vemos la cara a nadie. A medida que vas viendo la película, comienzas a identificar a cada uno de los personajes. No desvelaré en esta crítica las identidades puesto que lo que pretendo es que los que leeis este texto veáis por vosotros mismos todo lo que os estoy ayudando a descifrar. La situación se complica de tal manera que se confunde sexo y deseo con muerte y autodestrucción llevando a nuestro protagonista a confesarle sus más ocultos secretos a su mujer. Es entonces cuando obtenemos la última premisa: el matrimonio no es más que un contrato...... Lo demás es interesante averiguarlo por uno mismo.
¿Cuál es la conclusión a la que llegamos con todo lo anteriormente resumido? Pues la verdad es que nos ponemos delante de una de las películas más incomprendidas de Kubrick. En esta película todos tienen algo que esconder, jugamos al escondite, al juego de las máscaras. Porque nada es lo que parece y todos usamos dobles juegos para escondernos de nuestros verdaderos objetivos. Somos pura hipocresía y no somos sinceros. Ni siquiera en nuestros matrimonios. Algo realmente triste.

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