Cine Navideño; Un Padre en Apuros

Una película navideña no tiene porque ser necesariamente un tratado social ni una investigación profunda por parte de un director o guionista acerca de las complicadas relaciones que se establecen entre los seres humanos cuando comienza a olerse la Navidad.
Si mi compañero ha tenido el feliz acierto de comenzar este ciclo navideño con una de las más grandes muestras del cine actual en lo referente a las fiestas de Diciembre, Love Actually, yo quiero comenzar con una de las grandes muestras de la simpleza navideña. Los críticos de los supuestos "grandes" periódicos no han reparado en frases ignominiosas hacia la película que yo he escogido para recordar una época que, a mi gusto, podría pasar lo más rápidamente posible.
Un Padre en Apuros es una película simple, sin artificios, sin un guión complejo y con la divertida presencia de uno de mis actores favoritos: Arnold Schwarzenegger. He de reconocer que Governator es uno de esos actores por los que pago una entrada para ir al cine o por los que me quedo horas y horas sentado en el sofá viendo esa cantidad de películas de factura tan indeterminada como por ejemplo TerminatorEl Sexto Día, Depredador o Mentiras Arriesgadas. Arnold es capaz de lo mejor y de lo peor, aunque siempre sabe aderezarlo con algún gesto sacado de su pétreo rostro para divertir al más insulso. 
Arnold también es experto en gritos, como así se demostró hace algunas semanas en un vídeo que circula por Internet (que puedes ver en el siguiente enlace), aunque los más conocidos son los que prorrumpe en Poli de Guarderia y Un Padre en Apuros.
En esta ocasión, Arnold ejerce de padre irresponsable que (cómo no) se pierde todos los acontecimientos importantes de la infancia de su hijo, interpretado por Jake Lloyd (que tres años más tarde se convertiría en un niño mundialmente conocido por recrear los primeros años de vida de uno de los villanos más impactantes de la Historia del Cine: el Anakin Skywalker pre Darth Vader). Arnold pretende soliviantar la tristeza de su vástago obsequiándole con el regalo que él más quiera y desee por Navidad. Y ese no resulta ser otro más que un muñeco de acción llamado TurboMan.
Y emulando la vida real, Schwarzenegger comienza una carrera contrarreloj por conseguir un juguete que ya ha sido vendido incluso cuatro meses antes de la llegada de las propias fiestas. La desesperación se ceba con nuestro protagonista que inicia la peor jornada de su vida llegándose a enfrentar con un cartero (interpretado por el siempre cansino Sinbad) ansioso por conseguir el idolatrado juguete. 
No te voy a contar el final, pero vas muy bien encaminado si piensas lo que yo creo. Un Padre en Apuros es una película mala, con interpretaciones muy pobres. Pero es que no está hecha para ser un plato de buen gusto de los amantes del cine. Un Padre en Apuros es una cinta navideña con un espíritu de entretenimiento que ya quisieran muchas superproducciones. Una película para divertirse en familia, con una hora y media de duración que nadie lamentará nunca.
¿Quién no ha ido a buscar un regalo de última hora para alguno de sus familiares? A lo mejor no hemos vivido los mismos vaivenes que Schwarzenegger pero un grupo de ancianas ansiosas por cualquier regalo bueno, bonito y barato en plena tarde del día 24 de Diciembre es una de las cosas más peligrosas que puede existir. 
Un Padre en Apuros es el pequeño homenaje a nosotros, a todas esas personas que hemos pecado de pereza a la hora de ir a buscar algún regalo navideño y nos hemos encontrado con una falta de existencias que nos ha hecho temblar nuestra propia existencia (valga la redundancia) y temer llegar a casa con las manos congeladas y con el solo abrigo de los guantes de lana. 
Y lo peor de todo, sin bolsas de plástico con decenas de ilusiones en su interior.

1 comentario:

  1. Si señor! entretenimiento navideño y encima con Arnold, qué más se puede pedir. Es una de las grandes escenas de la historia del cine; Governator gritando con la cara desencajada porque le quitan un muñeco de juguete...

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