7/10
En las Navidades de 1987 se inspira esta película, icono del cine de acción de los años 80 y que constituye uno de los mejores platos de entretenimiento de cualquier tarde o noche de estos días de intensas vacaciones en los que podemos disfrutar más que en todo el año de buenos ratos de cine.
Casi nadie recuerda que Jungla de Cristal se desarrolla en plenas fiestas navideñas, cuando el agente John McClane acude a Los Ángeles para ver a su esposa, Holly, y a sus dos hijos. Cuando menos se lo espera se verá envuelto en un acto terrorista en el edificio más alto de la ciudad mientras unos revolucionarios alemanes luchan por zafarse de su incómoda presencia y su originalidad para frustrarle los planes a Hans Gruber, el malo malísimo de la película genialmente interpretado por el gran actor británico Alan Rickman.
Si hemos venido recordando en este mes de diciembre películas tan emblemáticas de la Navidad como Love Actually, ¡Qué Bello es Vivir! o Cuento de Navidad ya es hora de sacar a la luz cintas no tan emblemáticas cuya acción también transcurre en la Navidad pero no se hace continua referencia a ella. Es el caso de esta, primera y fantástica película de una saga en la que las más destacables son las que llevan un número impar. Hablo de ésta y de la tercera, Jungla de Cristal: La Venganza, exquisitas aventuras con una acción y suspense que nada tiene que envidiar a las grandes películas del género.
Santa Claus les trae a los niños a su padre y a nosotros, espectadores ansiosos de buenas películas, nos trae esta cinta en la que Bruce Willis hacía una gloriosa entrada en el mundo del cine. Tras su paso por la serie Luz de Luna y la cimedia del recientemente fallecido Blake Edwards Cita a Ciegas, el actor protagonizó esta aventura que lo catapultó a lo más alto del estrellato hollywoodiense. Ciertamente, el papel de John McClane permanece en el imaginario popular como uno de los mayores héroes de acción que ha dado la Historia del Cine.
Y es que Jungla de Cristal posee un montaje vertiginoso, una banda sonora asfixiante compuesta por Michael Kamen, un guión sólido con algún fallo puntual pero con un ritmo agobiante que llega a contagiarse al espectador que verá como las más de dos horas de metraje pasan volando mientras observa expectante las peripecias de Bruce Willis para escapar del edificio.
Se me llena la boca hablando de esta película, sin duda una de las aventuras más apasionantes que mi dilatada infancia cinematográfica ha vivido. Escenas míticas como el comienzo de la misión de Al Powell, interpretado por el entrañable Reginald VelJohnson (el padre de familia de Cosas de Casa) y sus conocidas y malsonantes frases o la escena final viendo el "desplome" del personaje de Alan Rickman son secuencias que mi retina se ha encargado de mantener vivas en mi propio imaginario.
Bien es cierto que el espíritu navideño se pierde a los quince minutos de metraje pero sobreviene sobre nosotros una de las mejores películas de acción de la Historia del Cine, todo un icono que absolutamente nadie debe perderse jamás. Una aventura que no deja un minuto libre para tomar aire. Una cinta que merece la pena ver, tanto en estas fechas estivales como en cualquier época del año. Sin embargo, las referencias a Santa Claus, las luces navideñas, el ambiente invernal e incluso la canción final Let It Snow interpretada por Frank Sinatra nos invitan a ver esta gran película que a nadie dejará indiferente.
¡Gran reseña! En verdad es justo lo que pienso de esta gran película, que demuestra que lo comercial no está peleado con la calidad fílmica.
ResponderEliminarUn manejo del suspenso y de la acción magistrales, actuaciones correctas y un guión rico en ideas sobre la valentía, la solidaridad, la lucha del bien contra el mal y la familia, muy a doc con la Navidad. Recomendación obligada.
Saludos!!!
Magnífico reportaje. No puedo estar más de acuerdo contigo y más cuando Bruce Willis es mi actor preferido por excelencia. De todas formas al principio pensaba que hablarías de Jungla de Cristal II, ya que la película transcurre durante las fiestas navideñas y este detalle es mucho más evidente ya que la nieve aparece constante en el filme, siempre recordaré la escena en la que John intenta parar el avión sin éxito, McClane sangrando rodeado de la blancura de la Navidad, paradojas de la vida. De hecho, ni siquiera recordaba que la Navidad fuese protagonista de la primera, tendré que volver a recordar esos buenos tiempos.
ResponderEliminarEnhorabuena y feliz año nuevo.
La segunda película la tengo en la recámara. Es verdad que es mucho más evidente, pero no podía dejar de recordar a la original, a la primera de todas, a la que marcó una época.
ResponderEliminarGracias!!
FELIZ AÑO NUEVO!!