8/10
El mismo director ha confesado que Melancolía es una película de consumo rápido alejada de cualquier parecido con sus obras maestras, Bailando en la Oscuridad, Dogville o Rompiendo las Olas. De hecho creo que, por esa razón, la película es de un agrado como nunca podremos ver a lo largo de la carrera de este director danés. Mucho ojo, porque no es una película de consumo mayoritario y estamos ante una obra de uno de los máximos exponentes del cine de autor europeo.
Miembro fundador del movimiento cinematográfico Dogma 95, Lars Von Trier ha provocado a la audiencia desde hace veinte años con películas muy particulares que sirven de vía de escape para las depresiones en que cae Von Trier. Desde Europa a esta Melancolía, hemos sido testigos de diferentes retratos de formas de vida tan diversas como los mostrados en Dogville o psicoanálisis demasiado macabros en Anticristo. Este año, la cinta vino precedida de las polémicas declaraciones del director en las que manifestó su apoyo al gobierno de Adolf Hitler durante el Tercer Reich, algo que luego se empeñó en desmentir aunque no pudo evitar ser declarado persona non grata en el Festival de Cannes.
En Melancolía somos testigos del Apocalipsis según Lars Von Trier. Un misterioso planeta está a punto de colisionar contra la Tierra y aniquilar por siempre cualquier resquicio de humanidad y vida. Lo particular de la película es que, quizá para ahorrarnos sufrimiento, conocemos el mismo final desde el primer segundo de la película. Un prólogo muy del estilo del cineasta danés que dejará con los ojos como platos a los amantes del cine de este “rebelde” danés.
Muchos considerarán que Melancolía guarda cierto parecido con El Árbol de la Vida. Y cierto es. Con el trasfondo astronómico de fondo, la muerte se identifica como algo inevitable provocado por algo externo al hombre, contra lo que la ciencia no puede luchar y ante la que hay que resignarse y esperar. Con esta premisa, tenemos una película dividida en dos actos donde ponemos sobre la mesa las interpretaciones de un reparto de altura encabezado por la premiada en Cannes Kirsten Dunst como cabeza visible de este inevitable viaje hacia el Apocalipsis que aunque no termina de apasionar, mantiene en un estado de inquietud realmente terrorífico. Por otro lado, ese reparto incluye unos formidables roles recreados por un reparto de altura que, sabiendo lo poco que paga Lars Von Trier, han decidido trabajar con él. Un gran Kiefer Sutherland, Charlotte Gainsbourg, Charlotte Rampling, John Hurt así como Alexander y Stellan Skarsgaard dibujan un lienzo en el que vemos una boda donde los entresijos familiares pueden más que las alegres sensaciones que pueda transmitir un acontecimiento de esa magnitud. Imperdible este primer acto mientras que el segundo va poco a poco decayendo en ritmo antes de llegar al momento final de la película, cuando los sentimientos tanto de actores como de espectadores se ponen a flor de piel en un fin del mundo nada deseable y recreado con unos efectos especiales sobresalientes que no reflejan en absoluto el bajo presupuesto de la película.
Lars Von Trier contaba que el personaje protagonista estaba pensado para Penélope Cruz. Sin embargo, la actriz española cambió el prestigio de trabajar con Von Trier por un suculento cheque para aparecer tristemente en la cuarta entrega de Piratas del Caribe.
Y es que el prestigio no se busca, se gana.
En Melancolía somos testigos del Apocalipsis según Lars Von Trier. Un misterioso planeta está a punto de colisionar contra la Tierra y aniquilar por siempre cualquier resquicio de humanidad y vida. Lo particular de la película es que, quizá para ahorrarnos sufrimiento, conocemos el mismo final desde el primer segundo de la película. Un prólogo muy del estilo del cineasta danés que dejará con los ojos como platos a los amantes del cine de este “rebelde” danés.
Muchos considerarán que Melancolía guarda cierto parecido con El Árbol de la Vida. Y cierto es. Con el trasfondo astronómico de fondo, la muerte se identifica como algo inevitable provocado por algo externo al hombre, contra lo que la ciencia no puede luchar y ante la que hay que resignarse y esperar. Con esta premisa, tenemos una película dividida en dos actos donde ponemos sobre la mesa las interpretaciones de un reparto de altura encabezado por la premiada en Cannes Kirsten Dunst como cabeza visible de este inevitable viaje hacia el Apocalipsis que aunque no termina de apasionar, mantiene en un estado de inquietud realmente terrorífico. Por otro lado, ese reparto incluye unos formidables roles recreados por un reparto de altura que, sabiendo lo poco que paga Lars Von Trier, han decidido trabajar con él. Un gran Kiefer Sutherland, Charlotte Gainsbourg, Charlotte Rampling, John Hurt así como Alexander y Stellan Skarsgaard dibujan un lienzo en el que vemos una boda donde los entresijos familiares pueden más que las alegres sensaciones que pueda transmitir un acontecimiento de esa magnitud. Imperdible este primer acto mientras que el segundo va poco a poco decayendo en ritmo antes de llegar al momento final de la película, cuando los sentimientos tanto de actores como de espectadores se ponen a flor de piel en un fin del mundo nada deseable y recreado con unos efectos especiales sobresalientes que no reflejan en absoluto el bajo presupuesto de la película.
Lars Von Trier contaba que el personaje protagonista estaba pensado para Penélope Cruz. Sin embargo, la actriz española cambió el prestigio de trabajar con Von Trier por un suculento cheque para aparecer tristemente en la cuarta entrega de Piratas del Caribe.
Y es que el prestigio no se busca, se gana.
Mi relación con el cine de Von Trier es muy peculiar, casi me estrené con "Anticristo" y después del fiasco que supuso para mí me costó mucho volver a enamorarme de su cine (afortunadamente luego vi "Rompiendo las olas" y todo se arregló). Tengo muchas ganas a "Melancholia" porque el estilo Von Trier me apasiona, en "Europa" me dejó sin palabras y creo que aquí lo volverá a hacer. Había leído que la segunda parte es mucho mejor que la primera, me alegra leer por aquí que en tu opinión no es así, se va equilibrando la cosa.
ResponderEliminarFantástica crítica Antonio, como siempre ;).