Películas para Dos Vidas; Trilogía El Señor de los Anillos

 Las Dos Torres
Los caminos se bifurcan. La Comunidad del Anillo se ha desintegrado y nuevos retos se abren para sus integrantes. Sin embargo, el objetivo continúa estando ligado inevitablemente a los fuegos del monte del destino; origen y final de la maldición que arrastra Frodo como si de una pesada losa para el espíritu se tratase, con la única compañía del fiel y tenaz Sam, aunque acechados por la vaga presencia de una criatura cuya trágica existencia depende de igual modo del caprichoso azar que rige los caminos del anillo. Mientras tanto, el resto de la compañía debe afrontar la irrefrenable oscuridad que anega la Tierra Media y cerca a los últimos pueblos libres de los hombres ante la inminente batalla final en la que se pondrán en liza las desiguales fuerzas del Bien y del Mal.
La mera estructura narrativa de Las Dos Torres suponía ya un complejo aunque apasionante reto para el equipo de guionistas liderado por Peter Jackson. La adaptación cinematográfica de las novelas en forma de trilogía dejaba entre el comienzo y el final un eslabón intermedio al que dotar de cierta coherencia respecto a los demás pero que al mismo tiempo fuese concebido como una película en sí mismo, es decir, que tuviese una dinámica de acción in cescendo, en cierto modo autoconclusiva, y no se convirtiera en una mera visagra de transición hacia el episodio final. El resultado fue inmejorable. El sincretismo que Jackson hilvana con maestría entre los distintos ejes argumentales supone todo un hito en la histórica relación entre cine y literatura, transgrediendo sus fronteras con la osadía de un genio al componer pura poesía visual entrelazada con el poema que es en sí misma la obra de Tolkien.
La sincronía de sus tramas se encuentra administrada por un ritmo ágil al que impone breves periodos de impasse en los que profundiza en los particulares ámbitos dramáticos de sus personajes. No obstante, la película logra mantener una vibrante cadencia en escalada ascendente basada en una necesaria artificialidad narrativa. En ciertos momentos, la rígida fidelidad al orginal literario pierde sentido en favor del propio dinamismo de la adaptación cinematográfica, aunque también en otros se enrede en cuestionables encrucijadas sin salida (como el cautiverio de Frodo y Sam hasta Osgiliath). Precisamente en este punto, en la valentía de recomponer la acción y desmarcarse mínimamente de su literalidad, es donde Las Dos Torres halla su principal virtud al erigirse como una película coherente y admirable en sí misma.
Así pues, observamos por un lado el arduo camino recorrido por Frodo, Sam y su nuevo e inesperado a guía a través de los peligrosos alrededores de Mordor, centrando de forma especial la atención al comienzo de la trama y difuminándose paulatínamente a medida que los otros escenarios ganaban peso; por otro seguimos las andanzas de los dos hobbits raptados por los Uruk-Hai de Saruman y su posterior encuentro con los ents, algo que se utiliza como una suerte de contrapunto o de pausa a la acción paralela, aunque finalmente estalle aquí de igual forma; y por último, vibramos con la épica misión de Aragorn y compañía de avivar los espíritus de resistencia del pueblo de Rohan ante la amenaza cierta de exterminio por parte de Isengard. 
 En Las Dos Torres podemos encontrar dos grandes atractivos que logran destacar entre el resto que de por sí abundan en la película. El primer de ello es la aparación, tras adivinar únicamente sus grandes ojos en las minas de Moira, de Gollum, todo un hallazgo técnico-expresivo que marca un antes y después en la historia del cine digital. La recreación de este correoso personaje es sencillamente portentosa, al igual que la elocuente interpretación de Andy Serkis bajo los sensores. Las escenas en las que Gollum-Smeagol desarrolla toda una lucha dialéctica interior en torno a la fidelidad hacia su amo (Frodo), logran trasmitir todo el dramatismo que desprende el torturado personaje, lo hace tangible, tan verosímil (incluso más) como cualquiera de carne y hueso, además de introducir ciertos apuntes cómicos en su tormentosa relación con Sam.
La segunda gran atracción es, sin duda alguna, la épica batalla del Abismo de Helm. En ocasiones, la pura acción no es suficiente; es preciso de crear un ambiente que inste a ella, que prepare al espectador a asistir a todo aquello que está a punto de desatarse. Peter Jackson conoce a la perfección la fórmula y la aplica aquí como nadie lo había hecho antes. Por ello, se detiene en las miradas de miedo de los pobres habitantes de Rohan a los que alistan apresuradamente en las filas de un frágil ejército condenado al exterminio, en los rostros ansiosos de sus mujeres e hijas, en ese silencio abrumador previo a la battalla. 
Es realmente sobrecogedor observar las murallas repletas de hombres en una quietud imposible mientras el enemigo avanza ocupando todo el horizonte. Entonces comienza súbitamente a llover. Se oyen los rugidos de los orcos, el temblor de la tierra bajo las pisadas de miles de ellos, la tensión palpable, el terror mezclado con el deber y la valentía de los hombres; la épica, al fin y al cabo. El combate se desencadena, la muerte anega el campo de batalla, la lucha cuerpo a cuerpo selecciona a los más fuertes; pura acción cinematográfica técnicamente impecable y acompañada por los compases de la música de Howard Shore que coloca al Abismo de Helm (incluso con sus licencias heróicas algo inverosímiles) entre las más apasionantes vistas en una gran pantalla. Imposible no permancer en tensión durante los más de cuarenta minutos (con algunos intermedios) en los que se despliega la batalla, hasta la llegada salvadora del mago blanco con los rohirrin a sus espaldas.
Las Dos Torres era quizás la película de la trilogía más complicada que debía afrontar Peter Jackson y su equipo, sin embargo, la simplicidad narrativa que utiliza para dar sentido y coherencia al eslabón intermedio, la convierte en el verdadero eje de la saga.

2 comentarios:

  1. Mi película favorita sin ninguna duda, ninguna consigue sobrecogerme como hace esta película. Sigo buscando los libros por todos lados. Un beso :)

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  2. mi ceñor dime que soy lindo


    den like si les gusto

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