Crítica El Gato Con Botas; Un spin-off nunca es suficiente

5,5/10

Tanto para bien como para mal, un spin-off siempre es motivo de debate entre el círculo de profesiones que se dedican a esto del cine. Puede salir bien y repetir o aumentar el éxito de su predecesora o, simplemente, quedarse en experimentos olvidables que elevan la categoría de las películas en las que se basan.
Indudablemente, y a pesar de mi relación de amor-odio con Shrek, tengo que confesar que aunque El Gato Con Botas es notablemente entretenida, no es más que una tentativa de recrear las aventuras del popular personaje que acompañó al indeseable y, a la par, simpático ogro verde en Shrek 2. Quizás algo sí han hecho bien los productores de DreamWorks y es esperar a que pasase la euforia por las cuatro películas de la saga y esperar un tiempo prudencial para realizar y estrenar este spin-off
Demasiadas referencias cinéfilas, quizá demasiadas para una película que debería haber profundizado de manera más original en la historia del famoso minino. El Club de la Lucha o las cintas de Quentin Tarantino son algunas de las menciones que, con demasiado descaro, aparecen a lo largo del metraje. Con unos efectos especiales a la medida de DreamWorks, se demuestra que se han mantenido a lo largo de estos años a bastantes fotogramas de distancia de Pixar con la que nunca ha podido competir de manera directa. 
Dirigida por Chris Miller, responsable de Shrek 3 o Lluvia de Albóndigas, la cinta mantiene un ritmo constante a lo largo de la película y un guión en el que el felino al que le pone voz nuestro andaluz más universal, Antonio Banderas, soporta todo el peso de una trama que le viene como anillo al dedo.Y quizás, ese es el mayor problema de la película. En cuanto desaparece el minino, la cinta deja de tener el más mínimo interés.
El espectador no debe sentirse estafado ni aletargado conforme van pasando los minutos. Si usted es de los que sufren en el cine por la duración de la película, sepa que los 90 minutos de metraje se le harán cortos si libera la mente y disfruta con las simpáticas andanzas del gatito y de su amigo, el huevo Humpty Dumpty en una surrealista historia de amistad y aventuras que harán seguramente las delicias de los más pequeños. Los mayores queremos otra cosa, saciar nuestras necesidades de buen cine y probar esas supuestas capacidades de DreamWorks, que con esta película, vuelven a quedar en evidencia dejando de nuevo a Disney Pixar como referencia única e insalvable en el terreno de la animación y abandonando a Shrek como único buque insignia de la productora fundada por Steven Spielberg, Jeffrey Katzenberg y David Geffen.
El acento andaluz que fuerza Antonio Banderas le otorga a los diálogos del gato de una simpatía, desparpajo y gracia que harán disfrutar a propios y extraños. Por el contrario, el resto del reparto lo confeccionan unas desagradables voces en castellano que convierten la función en una farragosa trampa de voces.

2 comentarios:

  1. Ah pero si es otro fan de Pixar, con el bodraizo de Cars 2 de este año cuando las dos películas de Dreamworks la han rebazado en calidad en todos los sentidos, estos comentarios son poco validos. Si esta fuese una película de ese idolatrado estudio seguro este critico se derretiría en elogios hacia ella. Mal, muy mal.

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  2. Pues creeme que no. Pixar tiene sus películas flojas, como todas las productoras. Y Cars 2 no es un peliculón precisamente.
    Si valoras en general, Pixar le da mil vueltas a DreamWorks, te guste o no y eso es demostrable. No es porque me guste más o menos.
    Además, me "derrito" por Las Aventuras de Tintín que, casualmente, tienen como director a Spielberg, fundador de DreamWorks.
    Muchas gracias por tu comentario.

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