Crítica Sherlock Holmes 2, La fascinación de un personaje inmortal

6/10
La fascinación suscitada por el personaje literario ideado por Arthur Conan Doyle a finales del siglo XIX parece no entender de épocas o tiempos históricos. Puede que sea su irreverencia natural, su inaudita capacidad deductiva o su intuición para investigar los casos más extraños y peligrosos; la cuestión es que Sherlock Holmes y su fiel (a su pesar) escudero, el doctor Watson, continúan aún hoy, a comienzos del siglo XXI, en plena forma y actualidad. La que ya se augura como una dilatada y exitosa saga cinematográfica bajo la dirección de Guy Ritchie y el carisma incuestionable de Robert Downey Jr. y Jude Law, ha sabido trasladar a la gran pantalla y, lo que es más importante, al gran público parte de la esencia de las novelas de Conan Doyle aunque adaptándola a los recursos contemporáneos del cine comercial a partir de los cómics de Lionel Wigram.
La primera película, estrenada en 2009 con una fulgurante notoriedad entre público y crítica, sorprendió por su estética demoledora, un ritmo frenético y el retrato algo gamberro de su personaje central, quien aportaba una comicidad a la que trama que, conjugada con la acción, los efectos visuales de inspiración barroca y una histérica banda sonora a cargo del gran Hans Zimmer, conformaba un cóctel explosivo confeccionado para ser disfrutado en el cine. Según los patrones actuales de la industria cinematográfica, la película de Guy Ritchie era una candidata perfecta para ser exprimida hasta la última gota de originalidad en una saga que podría perpetuarse indefinidamente.
Y, efectivamente, así ha sido. Aunque esta secuela, titulada Juego de Sombras, preserva aún cierta dosis de ingenio y calidad sustentada en parte por el atractivo de su dúo protagonista, empieza a dar señales evidentes de repetición de una fórmula que funciona pero que no aporta nada nuevo. Es un hecho, por otro lado, natural pues, al fin, se trata de la continuación de una historia con esquemas muy similares a la original y con los mismos personajes. No obstante, la esperada aparición del antagonista de Holmes, el profesor Moriarty (papel para el que sonaron Brad Pitt o incluso Daniel Day Lewis y que finalmente ha desempeñado eficazmente Jared Harris), se antojaba como un as en la manga de Guy Ritchie para mantener el interés y de paso escenificar una batalla de altura entre dos grandes genios.
El resultado no es decepcionante aunque tampoco encandila por su brillantez. La primera media hora de la película naufraga en la búsqueda de un discurso coherente al que el espectador pueda asirse ante una sucesión de escenas inconexas y confusas en las que es sumamente fácil perderse y que, en cierto modo, lastra el resto de la trama. De hecho, la acción no ofrece descanso alguno y en ciertas ocasiones surge la pregunta de por qué los personajes se encuentran en esa determinada situación o cuándo hemos cambiado de escenario. Afortunadamente, hacia el final de la película se consigue hilvanar una serie de secuencias lógicas llenas de tensión (incluida el combate entre Holmes y Moriarty) que en cierto modo palian la acción atropellada que las antecede.  A esta secuela, en resumen, lo que le falta es la claridad narrativa que sí detentaba su predecesora, conformando una película confusa y apresurada en el que tan sólo destacan algunos momentos aislados de absoluta brillantez (la persecución en el bosque es sensacional) 
Por otro lado, no podemos obviar los atributos que hicieron de la primera entrega un divertido espectáculo y que se reeditan en la secuela para el goce del público, como las luchas escenificadas a cámara congelada en la mente fugaz de Holmes, la complicidad entre sendos protagonistas en una divertida relación de amor-odio, el sello inconfundible de Ritchie en las escenas de acción, la música pegadiza de Zimmer (en esta ocasión menos presente), o la sugerente recreación de la época.
Sherlock Holmes 2; Juego de Sombras es una secuela tolerable de lo que promete convertirse en una saga auspiciada por su éxito comercial en la que, esperemos, la calidad no desfallezca en favor de las ganancias. De hecho, la tercera entrega ya ha sido confirmada con sus respectivos protagonistas aunque sin la seguridad de que Guy Ritchie continúe. Mientras tanto, y aunque inferior a la original, este Juego de Sombras ofrece un espectáculo visual interesante al servicio de un personaje fascinación por el que parece no pasar el tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario