Cine Navideño; Love Actually

 8/10
Ya huele a Navidad... El humo de las castañas hace palidecer las luces de la ciudad, los escaparates de las tiendas se tiñen de rojo, la publicidad hace de los regalos su mayor estandarte, los niños y jóvenes venden polvorones por doquier, el frío y la lluvia nos recluyen en el calor de nuestros hogares... y el árbol de navidad, los adornos, el deseo, en fin, de vivir una de las épocas del año más entrañables paara pequeños y mayores. La Navidad se siente cuando arranca Diciembre, y con él, el cine; ese que nos hace soñar con un paisaje nevado (aunque en el sur debamos conformarnos con el hielo), historias de amor, amistad, ilusión, reencuentros imposibles, ternura y paz, espíritu de ser mejores personas. De poco importa si son sentimientos impostados, o clichés acuñados en esta parte del mundo avanzado y consumista a más no poder, pues, a veces, todo ello resulta de alguna forma improbable y se contagia ese anhelo por congraciarse con el resto. Nuestro blog no podía ser menos y arranca un ciclo de cine navideño que repasará algunas de las películas más emblemáticas de esta época del año, aquellas que gusta ver en casa con un gran tazón de chocolate y una manta en la que cobijarnos.
Y qué mejor forma para comenzar una retrospectiva navideña que con una película que desde su estreno en 2003 se erigió como un clásico del género gracias a su desenfadada apuesta por componer una oda divertida, melodramática, tierna y deliberadamente edulcorada a la Navidad. Love Actually es todo un mosaico de historias enlazadas por un nexo tan poderoso como escurridizo, el amor, en sus diferentes manifestaciones, desde ese inocente abordaje juvenil que instala mariposas en el estomágo, hasta el romance sin fronteras idomáticas, pasando por las relaciones frustadas y devastadas por el paso del tiempo, amores imposibles o pasiones ministeriales. Todo ello narrado con gracia, sentido del ritmo, una banda sonora memorable, un elenco actoral de altura y un indiscutible espíritu navideño que inunda la trama de principio a fin.
Como responsable inmediato, debemos señalar a Richard Curtis, un guionista curtido en comedias británicas de gran tradición como Cuatro bodas y un funeral o Notting Hill que aquí da un salto cualitativo a su carrera como hombre de cine dirigiendo con tesón y desparpajo su ópera prima. Y es que además lo hace respaldado por uno de los cast más sugerentes de los últimos años compuesto por una amalgama de actores dispares y genuinos en sus respectivos ámbitos liderados por Hugh Grant, Liam Neeson, Colin Firth, Emma Thompson, Alan Rickman o Bill Nighy; la flor y nata, por decirlo de otra manera, de la mina interpretativa británica. Todos ellos al servicio de una historia coral que desgaja la evolución romántica de sus personajes a lo largo de una particular cuenta atrás hasta la señalada fiesta de Nochebuena.
Love Actually es una película encantadora; de esas que encandilan cuanto más se ven, que ensalzan el espíritu navideño con un tierno sentido del espectáculo, que refuerzan el ánimo del espectador con una necesaria dosis de ilusión y romanticismo. Y que además nos legan una inestimable colección de momentos difíciles de olvidar. Comencemos este particular catálogo de las cinco escenas más entrañables, divertidas o románticas del film.
1. Una declaración de amor a la portuguesa
 El bueno de Jamie ya había tenido que soportar ser engañado por su novia (además con su hermano) y decidió cortar por lo sano. Se marchó a una tranquila y solariega casa de campo marsellesa para escribir, sin apenas percatarse de que allí mismo hallaría el tan ansiado amor de su vida en una tímida portuguesa que ni siquiera hablaba su idioma. Lo cual no fue óbice para que ambos ejercitasen sus destrezas lingüísticas y volviesen a encontrarse el día de Navidad, con toda la población local como espectadores, en una apoteósica declaración de amor en el restaurante donde la chica trabajaba. Inolvidable escena. Véala aquí.
2. Los carteles del amor imposible
Debe ser sumamente difícil estar enamorado de la chica de tu mejor amigo, más si cabe cuando te impones una dura disciplina de indiferencia, "un rollo de supervivencia". Andrew Lincoln sufre lo indecible con esta situación, aunque se permite una desgarrada, original, sincera y edulcorada demostración de amor con tan sólo unos carteles escritos que resumen sus sentimientos, "para mí, eres perfecta". Hemos de suponer que su sufrimiento continuó, pero al menos se ganó el beso de la chica y la certeza de que había hecho todo lo que su enamorado corazón le permitía. 
3. La mejor función escolar de la historia
Para aquellos que piensen que los actos escolares son una completa pérdida de tiempo, vean el apasionante acto final de Love Actually, que incluye una pintoresca recreación del portal de Belén con langostas y pulpos incluidos, un número musical de genuino espíritu navideño con un batería perdidamente enamorado, o el apasionado beso del Primer Ministro británico con su ex-secretaria. Ante esto, sólo queda sonreir, hacer una reverencia y saludar. Imposible de no esbozar una amplia sonrisa con tantos acontecimientos improbables contenidos en la función de Navidad del colegio de la parte chunga de Londres. Recuérdelo aquí.
4. El baile de la victoria
Si alguien no se ha reído nunca con Hugh Grant (lo que demostraría una acusada falta de sentido del humor) que vea cómo mueve el esqueleto en un pisito de Downing Street tras dar un soberano varapalo al mismísimo presidente de los Estados Unidos (un malhablado Billi Bob Thornton) en una rueda de prensa. El hombre tenía motivos, y es que cuando el amor se cruza en la vida de cualquier persona, la política y la hipocresía palidecen en la misma medida que este crece. Disfruten de este baile de la victoria ya inmortal en la historia del cine.
 5. Billy Mack o cómo ser un cantante de éxito
Desde el arranque de la película con los compases pegadizos del Christmas is all around, Billy Mack (o Bill Nighy, como se prefiera) se erige como el vértice cómico por excelencia de la película, ya sea protagonizando un videoclip subido de tono, aconsejando a los niños que se conviertan en estrellas del pop para conseguir drogas gratis, restregando sus partes pudendas al presentador de un programa televisivo o hablando en la radio de sus escarceos amorosos con Britney Spears. Un gran tipo que no será fácil de olvidar. Una muestra aquí.

5 comentarios:

  1. Sin duda no hay mejor película con la que comenzar este espléndido ciclo que abordais en el mes que nos ocupa.

    Tengo que reconocer que la primera vez que ví Love Actually pasó por delante de mis ojos sin prestarle mucha atención pero sí que es cierto que tras un segundo visionado, la película caló hondo en mi corazón de enamorado, romántico y amante de la Navidad.

    Un gran acierto señor Benabat.

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  2. aludos:

    Mi nombre es Daniel, soy uno de los autores del site http://www.siguealconejoblanco.com/, que incluye secciones de cine, cómics, música, videojuegos y libros. En primer lugar queríamos daros la enhorabuena por vuestro blog
    , del que somos seguidores, y ofreceros participar en nuestra sección de cine con las críticas que os interesen, por supuesto cada participación estaría enlazada a vuestro blog e incluso si sóis colaboradores habituales os crearíamos un perfil y acceso personalizado.

    Si os parace interesante no dudéis en contactar con nosotros. Un saludo, encantado de conoceros y ánimo con vuestra actividad bloguera.

    Daniel López

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  3. Sin duda una película que llega, eriza los pelos y te hace sonreir (y a algunos...eso..moquear).

    Yo tengo en la cabeza una muy parecida que me dejó tocado en el SEFF. Love is All. Si no la habeis visto, buscadla porque para esta sección viene que ni pintada.

    Un bratzo gente!

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  4. Una pelicula muy bella en realidad, una de las mejores comedias romanticas de los ultimos tiempos. Un gran elenco y una cautivante historia.

    Saludos!

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