Crítica Premonición; Mensajeros de Vida y Muerte

6/10

Premonición, rodada en 2008 y estrenada este fin de semana en España, infiere al espectador la necesidad constante de saber qué es lo que sucede en el metraje de una forma contenida y sin realizar aspavientos cinematográficos. 
No podemos considerar Premonición como una cinta de cine europeo pese a la gran cantidad de dinero que procede del viejo continente a través de distintas productoras. Estamos ante una cinta protagonizada por un John Malkovich contenido, discreto y muy sobrio, algo raro en él. Malkovich es un gran intérprete, posiblemente uno de los mejores de los últimos cuatro lustros y en Premonición hace gala de su talento aunque de una manera muy tácita.
Nos encontramos ante la dicotomía de, si merece la pena el dinero invertido para ir a ver la película, o si debemos esperar a un formato doméstico para disfrutar de los avatares que el protagonista, un Romain Duris poco acostumbrado a este tipo de papeles, tiene que sortear antes de convertirse en una suerte de “mensajero” del inevitable y fatal destino. Sin duda, no es una película mala ni mal construida, ni tan siquiera podemos decir de ella que sea un desastre ni tampoco que tenga un excelso guión.
Analizando la vida y la muerte desde el prisma de unos supuestos enviados que permanecen entre nosotros y que poseen un extraño poder que los hace ver quién va a morir a través de una inconfundible marca alrededor de ellos. No son fantasmas ni tampoco esquizofrénicos. Gilles Bourdos toma a su manera las ingentes películas que existen sobre la dualidad entre vida y muerte para ofrecer una visión íntima de un matrimonio que está a punto de perderlo todo para entregarse irremediablemente al destino.
Es una película amable, que pese a su irregularidad narrativa y algunos saltos de guión un tanto evidentes, no toma el pelo al espectador en ningún momento ni tan siquiera al plantear una historia tan surrealista que haga que nos acomodemos demasiado en nuestro sillón. El director no es conocido, sólo ha realizado una película y, tras el visionado del metraje, queda claro que su intención es llegar para quedarse. Y lo hace aprovechando la coyuntura que le da trabajar con el propio Malkovich, el veterano Duris y una discreta Evangeline Lilly, la cual demuestra que posee un talento más allá de la isla de Perdidos. Mención aparte merece la extraordinaria banda sonora de Alexandre Desplat, quizá el motivo que explique el cierto hipnotismo que se respira durante todo el metraje. Una composición a base de piezas relajadas, que provocan un estado de adormecimiento en el espectador pero que no llega a consumar el deseo de Morfeo en nuestra mente. Desplat es uno de los compositores más respetados de los últimos años en el cine y Premonición, aunque no esté a la altura de sus trabajos en El Discurso del Rey, El Escritor o El Curioso Caso de Benjamin Button, resulta todo un placer para los oídos más sensibles.
Queda claro que esta cinta no romperá récords de taquilla. De hecho, todo parece indicar que ni tan siquiera los productores y distribuidores estaban muy seguros de estrenarla. Rodada en 2008, ha tenido que esperar tres años para poder ser estrenada en nuestro país. Su metraje es interesante, aunque su nudo no está bien resuelto. Finalmente, su director adopta una gran postura al intentar explicar mediante giros de guión la fatalidad que supone el fin inevitable de todo ser humano.
Sin embargo, ahí se queda. Y tras ver la película al completo, queda la sensación de estar más ante un telefilm que ante una película que pueda competir ante las producciones americanas fuertes que aterrizan cada fin de semana en las pantallas de nuestro país.

1 comentario:

  1. Me gustó el film aunque hago hincapié en ciertos puntos que citas; no estamos ante una maravillosa película pero logra concentrarse y contenerse íntimamente de la mejor manera posible. Aunque es ligeramente predecible, hay momentos que nos toman por sorpresa, y es capaz de guardar un emotivo mensaje con contundencia.
    Saludos.

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