Series de Televisión; American Horror Story

6/10
De acuerdo, todos sabemos que el mercado inmobiliario, a pesar de que la burbuja haya reducido la presión en los últimos años, continúa siendo una jungla impenetrable donde los bancos detentan el poder absoluto del crédito frente a los que las familias poco pueden hacer, sin embargo, de ahí a, en un acto desesperado, comprar la casa de tus sueños por un precio irrisorio obviando de que se trata de la principal atracción turística de la tournée de los horrores de San Francisco, hay un considerable trecho en el que juega un papel trascendental la amenaza de ruina que se cierne sobre el matrimonio Harmon tras la aventura pasional de Ben (interpretado por Dylan McDermott), un prestioso psicoterapeuta enredado con una joven paciente a la que da vida Kate Mara.
Salvar una relación de pareja en horas bajas y de paso estrechar vínculos con una hija con tendencias autodestructivas puede constituir dos poderosas razones para volverse rematadamente loco, sin embargo en American Horror Story no es más que el telón de fondo de un espectáculo de terror surrealista, tintes góticos y un cierto toque de erotismo pervertido. No puede negarse que Ryan Murphy es un creador televisivo especialmente habilidoso para la explotación de géneros a priori desfasados o difíciles de ubicar en la pequeña pantalla, tal y como demuestran sus dos éxitos precedentes, la mordaz sátira sobre el mundo de la cirugía plástica Nip/Tuck y la comedia musical adolescente Glee. En su nueva serie redimensiona la ficción de terror al formato seriado y le imprime un estilo propio lleno de matices y referencias a los grandes hitos del género.
Por si fuera poco, consigue que el espectador se remueva en el sofá de su salón ante algunas escenas escalofriantes empezando por la propia cabecera, un espectral recorrido por fotografías de niños de aspecto diabólico, lugares oscuros y recónditos o herramientas de tortura acompañado por una inquietante música que pone los pelos de punta. El miedo que intenta suscitar American Horror Story no es la típica colección de sustos (mayormente sonoros) explotada hasta la extenuación (literalmente hablando) por las películas de terror adolescente, sino un curiosa conjunción de elementos psicológicos (o sencillamente psicópatas), crimenes brutales y un escenario idóneo para historias de suspense. Al fin y al cabo, la hermosa casa de reminiscencias decimonónicas en la que se desarrolla la trama es la auténtica protagonista de la serie, como si de una maléfica presencia que altera las conciencias de sus inquilinos, al más puro estilo de El Resplandor, se tratase.
Es una lástima que American Horror Story, si bien formalmente roza la perfección, no logra enganchar al espectador a lo largo de los trece episodios de su primera temporada (ya se ha confirmado la segunda), por una cuestión evidente; el escenario y los personajes son siempre los mismos, por lo que la evolución de la serie se encuentra lastrada por la repetición de situaciones rocambolescas que no aportan nada nuevo, sino que redundan en el brillante planteamiento de la misma. Y eso que todos sus actores se esfuerzan en construir un ambiente lo más verosímil posible, especialmente una inquietante Jessica Lange (reconocida con el Globo de Oro a la mejor actriz secundaria) en el papel de una vecina un tanto curiosa con grandes secretos que guardar.
Desconocemos cuáles serán las líneas por las que transcurrirá la segunda temporada de American Horror Story, pero es un hecho manifiesto de que el interés de la serie no puede extenderse indefinidamente en el tiempo, más aún tras corroborar que la primera temporada se hace inusitadamente larga. Son muchos los aspectos interesantes de la serie creada por Ryan Murphy y Brad Falchuk, sin embargo su súbito éxito comercial puede constituirse como su propia perdición. 

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo contigo, salvo que no creo que la primera temporada sea larga, además creo que sí engancha, tanto a los amantes del terror como a los que no, y prueba de ello es la audiencia que ha arrastrado. Aunque sí tengo que darte la razón en que no sabemos por dónde va a ir la segunda temporada ya que la trama es frenéticamente rápida. Es una serie que tenía que haberse previsto con un fin cerrado, ya que así acabará haciendo aguas.

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