Crítica de Shutter Island; Esto es cine

8/10

Scorsese es un artesano del cine. Con una carrera plagada de éxitos que han marcado época a sus espaldas, son pocos los que aún hoy día dudan de la calidad de un director que, si bien puede arriesgarse excesivamente en algunos proyectos (Kundun, Al límite), continúa desarrollando un cine diferente en cada película. Y es que el cine de Scorsese no es de autor, una etiqueta que indudablemente le viene grande. Sin embargo, esto no supone una descalificación arbitraria, sino algo que lo favorece frente a colegas que han visto descalabrarse uno tras otros proyectos con demasiadas ínfulas de autoría. Scorsese no especula con grandes ideas, ni reflexiona en tono grandilocuente acerca de la naturaleza humana, únicamente cuenta una historia, en la mayoría de las ocasiones inspirada en una novela, con todos los mecanismos que el arte cinematográfico le confiere. No escatima en efectos sonoros, encuadres aberrantes o movimientos imposibles; es puro cine. Scorsese en un artesano del cine.

Shutter Island es una muestra más de ello. En esta ocasión, Scorsese vuelve al thriller psicológico, terreno en el que demostró moverse con absoluta genialidad en El cabo del miedo. Para ello, requiere una vez más de la interpretación de su actor fetiche, Leonardo DiCaprio (esta es su cuarta colaboración y tiene tres en cartera), quien película tras película crece en calidad y se reivindica como uno de los actores más importantes del panorama hollywoodiense. No obstante, DiCaprio no está solo. Scorsese ha aglutinado a un poderoso elenco de secundarios que incluye al efectivo Mark Ruffalo, al siempre magistral sir Ben Kingsley, al incombustible Max Von Sydow, a Emily Mortimer, Patricia Clarkson, Michelle Williams, etc.

Shutter Island es un thriller psicológico con tintes terroríficos para el que Scorsese ha creado una atmósfera desasosegante, cerrada, claustrofóbica. El espacio es finito, una isla que existe por sí misma, independiente de toda contaminación exterior e inaccesible tanto en su entrada como en su salida. La tormenta interminable, el tono grisáceo y monótono, la música retumbante, no hacen más que acentuar ese sentimiento de tensión constante que impregna el viaje hacia la locura del protagonista que tomamos como referencia.

El planteamiento cinematográfico es puramente clásico; Scorsese recupera una narración tradicional que asimila descaradamente las formas del cine negro clásico, las películas de detective o incluso las de serie B. Todo aparenta ser excesivamente barroco y anticuado; véase la secuencia inicial, con un turbio cielo gris de fondo, los dos policías de gabardina y el ferry destartalado que atraca en una isla imponente y misteriosa. Es entonces cuando la cámara se torna subjetiva y traspasa la puerta de entrada del complejo acompañada por una música atronadora e inquietante que nos indica que jamás volveremos a salir de la isla.

El misterio se extiende progresivamente a partir de las pesquisas de nuestro protagonista, quien se interna sin remisión en un vórtice aparentemente descabellado y que desemboca finalmente en un giro radical e inesperado que realimenta el sentido de toda la narración en su conjunto. A medida que se desarrolla la acción, la estructura clásica se difumina entre las digresiones alucinógenas de DiCaprio, donde Scorsese introduce escenas trasgresoras, de libérrima creatividad y poderío visual que ilustran fielmente el desvarío introspectivo que describe la obra a partir de la que se inspira la cinta.

La obra literaria de Lehane (autor, entre otras novelas, de Mystic River, brillantemente adaptada a la pantalla por Clint Eastwood) funciona como una base idónea para que Scorsese cree un excelente ejercicio de estilo cinematográfico con una narración de tensión sostenida y unas interpretaciones de gran calidad.

Shutter Island te atrapa en una telaraña de misterio con final sorpresa que, afortunadamente, se aleja de la trama tramposa y efectista en la que muchas películas caen en una tendencia redundante en los últimos tiempos. Scorsese vuelve a sorprendernos, en esta ocasión con suspense y el mejor estilo de género. Un artesano del cine que no se esfuerza en ocultarlo.

2 comentarios:

  1. Cine en estado puro. Al verla me sumergí tanto en la historia, en destriparla, que no disfruté de la película en todo su esplendor, pero la genialidad se desborda en cada escena. Una obra completísima. Sí, esta sí, aunque con segundo visionado.

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  2. Crea y mantiene un clima de tensión y estrés a lo largo de la historia dando giros inesperados. Creo que es difícil salir del cine sin sentir al menos cierta inquietud...¡FELICIDADES POR VUESTRO BLOG!, es genial que gente que sepa del tema nos oriente un poco a la hora de elegir el modo en el que invertimos nuestro tiempo al ir al cine. ¡GRACIAS!

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