Películas para Dos Vidas; Chacal (1973)

Esta sección se está convirtiendo para mí en todo un reto para sacar a la luz piezas perdidas de la Historia del Cine. Hace algunos meses publiqué mis impresiones sobre La Noche de la Iguana, una de las obras magnas de John Huston. Me queda mucho camino y este mes no voy a faltar a mi cita mensual con el cine de verdad, el clásico, el de toda la vida.
Para ello me gustaría que todos vosotros os pusiéseis delante del ordenador con la paciencia necesaria para soportar el rollo macabeo que os pienso soltar sobre la "Película Para Dos Vidas" de este noviembre. Hablo de Chacal (Fred Zinnemann, 1973). ¿Y por qué esta película tan rara? Pues por que hace poco observé como alguien, un anónimo, se llevaba de una gran superficie comercial una copia en DVD de una versión patética que Bruce Willis y Richard Gere sacaron hace ya por lo menos 15 años. Se llamaba The Day of the Jackal y estaba dirigida por Michael Caton Jones. Es decir, todo un exitazo.
Aquello me nubló la vista y decidí recuperar el clásico de verdad y verlo con la intención de que tú, querido lector, busques Chacal en cualquier sitio y la veas. Para que contemples cine en estado puro, suspense del mejor que se ha hecho nunca e historia reciente de Europa y de Francia.
Fred Zinnemann (De Aquí a la Eternidad, Historia de una Monja) pidió a Kenneth Ross que adaptara la formidable novela, posiblemente basada en hechos reales (nunca lo sabremos), de Frederick Forsyth titulada Chacal. En ella, el novelista contaba la historia de un asesino a sueldo que era contratado por una organización terrorista en la Francia de los años 60 para dar muerte al entonces presidente, el general Charles De Gaulle.
Ahora que ha terminado el Festival de Cine Europeo de Sevilla, es bueno hacer memoria y recuperar esas películas enteramente europeas que marcaron una época y que son de una calidad mucho mayor que cualquiera de las cintas presentadas este año en el certamen sevillano. La fidelidad con la que Zinnemann lleva a la pantalla las andanzas de este asesino frío, calculador y sin ningún atisbo de escrúpulo es pasmosa. Jamás he visto una adaptación de una novela tan perfectamente realizada.
Soy joven y nadie de la gente que me rodea (a excepción de algún amigo perdido en los lares de Madrid) conoce de la existencia de esta película, lo cual me entristece.
Imperdible es decir poco, apasionante es quedarse corto. A veces, peco de exagerado, pero es que la sección lo merece y la película también. Mi afición al cine me ha llevado desde muy joven a hacer pequeños ciclos de cine en mi casa, con una televisión pequeña de salita de estar y un VHS ante el que me pasaba las horas muertas. Antes de cumplir los 15 años, ya me había visto buena parte de la filmografía de los que hoy descubro que son los mejores directores de la Historia. Llevo recomendando Chacal a todo el mundo que veo desde que tenía esa tierna edad. Ahora, al verla por cuarta o quinta vez, contemplo su magnífico guión, sus impactantes interpretaciones (sobre todo Edward Fox y Michael Lonsdale) y su armoniosa dirección, digna de uno de los mejores realizadores que la Historia del Cine ha visto pasar por sus despachos.
Si se decide a verla, contemplará una apasionante historia acerca de la OAS, un grupo terrorista de acción y liberación en el que el principal enemigo es De Gaulle. Edward Fox es contratado para llevar a cabo una misión que lo ensalzará dentro de la organización y quien sabe las consecuencias que traerá a la mermada estabilidad política de la Francia de finales de los 70.
Una curiosa anécdota histórica cuenta la historia de Carlos Martínez Torres, el pseudónimo de un terrorista miembro de la Organización para la Liberación de Palestina que fue arrestado por aquellas fechas. La Policía le puso el apodo de "Chacal", cuando descubrieron en su equipaje un ejemplar de la novela de Frederick Forsyth. Y es que mucho se ha especulado acerca de la existencia de este terrorista. Si existió, jamás fue capturado y lo más cercano a su persona es este tal Martínez Torres.
El enigma sigue en el aire. ¿Realidad o ficción? ¿Llegó Charles De Gaulle a temer por su vida?

2 comentarios:

  1. Comparto contigo el gusto por ésta magnífica película, que la primera ocasión que la ví me hechizó literalmente. Cuando alguna vez haciendo zapping me la encuentro en la televisión no puedo dejar de mirarla, tiene un no sé qué... Y es que como tú dices, tanto la dirección, como la interpretación y el guión, son soberbios... Quien no sepa apreciar la calidad de ésta película, independientemente de la edad que tenga, e independientemente de la antigüedad de la película, es que no tiene gusto para el cine. He dicho.

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  2. Yo descubri por azar la peli. Y me engancho. Despues pude leer el libro. Y ahora me he comprado el dvd. Y tambien la recomiendo a mis conocidos

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