Películas Para Dos Vidas; Blade Runner

Se que para hablar de una película como Blade Runner primero hay que lavarse las manos y la boca. Pocas veces en la Historia del Cine tendremos la oportunidad de ver algo igual o parecido. Una experiencia inigualable que sentó las bases del llamado cyberpunk (que luego recuperaron 12 Monos o Matrix) y que constituye todo un manual de estilo de la ciencia-ficción.
Su director, Ridley Scott, venía de realizar otra masterpiece de la ficción más científica. Alien supuso un shock para aquellos que creían haberlo visto todo a finales de los años 70. Los extraterrestres nunca habían sido tan terroríficos desde las peores películas de la serie B. Scott es un realizador muy singular. Capaz de narrar la historia de dos mujeres en plena carretera como hizo en Thelma y Louise o maestro del peplum en la oscarizada Gladiator, en 1982 adaptó con muy poco éxito la obra de Phillip K. Dick en una película que el tiempo ha puesto en su lugar.
Blade Runner posee legiones de fans en todo el mundo que adoptan las ideas de Dick como suyas propias y que hacen de los "replicantes" una forma de vida. Sorprende ver la cantidad de imágenes recreando la película que existen en esos clubes de fans. Sin embargo, no son hartibles por su aparición en las Comic-Cons vestidos de Deckard o travestidos de Pris. Parece que Blade Runner tiene otro aura, de respetabilidad, de mito. ¿Quién sabe?
Lo cierto es que la historia, aunque algo incomprensible, tiene toques del apocalipsis más cercano que se viene sobre nosotros. Un apocalipsis donde la clonación humana sustituye a las formas tradicionales de procreación y donde ciertas empresas se lucran a costa de destrozar a la raza humana. Sin embargo, en pleno 2019, todavía queda algún resquicio de humanidad que nos lleva a pensar que las máquinas son malvadas y que hay que luchar contra ellas. Para ello, encontramos la figura legendaria de Rick Deckard. Hablamos siempre de Harrison Ford como un actor basto, desprovisto de capacidad alguna para expresar sentimientos. Puede ser verdad, pero tambien es cierto que Ford es uno de los mejores intérpretes que han pasado nunca por la gran pantalla.
Prueba de ello es este personaje que recrea en la cinta de Ridley Scott. Pensado inicialmente para Dustin Hoffman, Harrison Ford es prácticamente el alma mater de una película que se sostiene gracias a su poderosa interpretación de un policía alcohólico y depresivo. Si fue nominado a los Oscar como mejor actor en Único Testigo, somos muchos los que nos preguntamos porqué por Blade Runner no obtuvo reconocimiento, incluso sabiendo que con el paso del tiempo se ha convertido en la mejor película que ha hecho nunca. Sorprende la recreación, muy compleja, de este polícia atormentado que es capaz de disparar a mujeres por la espalda sin ningún tipo de escrúpulo.
Mención aparte merecen los tres actores que acompañan a Harrison Ford en la película. Impresionante está Rutger Hauer como el replicante jefe. Poderoso al máximo, pronuncia una de las mejores frases que se han escuchado nunca en un guión de cine, resumiendo todo el metraje de la película. Lo inexistente, lo frágil del tiempo y lo increíble:
- "Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orion. He visto rayos D brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia."
Sean Young y Darryl Hannah otorgan a sus papeles de una complejidad manifiesta, en un contexto en el que ciertamente ni el protagonista ni el espectador sabe quien es más malo. A esto nos ayuda una atmósfera incomparable. La recreación de un Los Ángeles humeante, oscuro, sombrío, es un reflejo del futuro que nos espera. Blade Runner cuenta además con una de las grandes maravillas de las bandas sonoras. Vangelis compone una obra clásica mezclada con sintetizadores electrónicos que dejan a más de uno boquiabierto al volver a revisar una y otra vez la película.
Blade Runner es mítica, única, inimitable, incomparable, desconocida, ininteligible pero de lo que no hay ninguna duda es de que estamos ante una de las obras maestras del cine de nuestro tiempo.

2 comentarios:

  1. Uno de los films clásicos del cine, cuyo estreno se vió tapado por el ET de Spielberg, algo que ocurrió también con La cosa de Carpenter. Maravilloso el año 82 no?

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  2. Te tomo la palabra, roybatty. ET se lo llevó todo aquel año y no dejó sitio a todo lo que dio de sí 1982.
    Muchas gracias por tu comentario!!

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