Premios Oscar 2010; Bigelow vence rotundamente a Avatar


Pocas esperanzas teniamos en una edición de los Oscar en la que las dos favoritas eran una megaproducción realizada para ser vista con gafas de colores y una cinta de guerra sin combate que, si bien era de bajo coste, aún menor ha sido su recaudación mundial. Desafortunadamente, no hubo grandes sorpresas; ni Malditos Bastardos ni Up in the air dieron la campanada, es más, ambas salieron claramente derrotadas de la noche, alcanzando únicamente un galardón Chistoph Waltz por su interpretación de general nazi en la cinta de Tarantino, negándosele incluso un merecido premio al Mejor Guión Original y Adaptado respectivamente.
De igual modo, es inútil llevarse las manos a la cabeza con las decisiones de la Academía que, año tras año, se esfuerza en elegir productos mediocres entre los vencedores. En esta ocasión, la asombrosamente aburrida En Tierra Hostil se alzó como vencedora indiscutible de la noche con seis premios de los nueve a los que optaba, incluidos el de Mejor Película y Mejor Dirección para Kathryn Bigelow, curiosamente la primera mujer en hacerse con el premio en esta categoría (parece que las acusaciones de conservadurismo recalcitrante a la Academia surten efecto). Más sangrante aún es el premio al Mejor Guión Original para la misma cinta, fundamentalmente por la incapacidad manifiesta de la película por transmitir un mínimo de sentimiento, crítica o frenetismo (como diría un amigo, no es más que un orgasmo frustrado). La cartera de premios se completó con los de Mejor Sonido, Efectos Sonoros y Montaje.
Por el otro lado, la gran derrotada; la peícula más taquillera de la historia del cine, la más cara, la más revolucionaria, la destinada a cambiar el concepto del cine, Avatar. James Cameron no ha podido revivir aquella noche "de naufragio" (como se refirió entonces Jack Nicholson), siendo derrotando, morbosamente, por su ex mujer, la cual ha invertido en su película apenas el 5% de lo que se ha gastado él mismo. Avatar ha cosechado tres premios Oscar; Mejores Efectos Visuales, Dirección Artística y, paradójicamente en una película realizada casi íntegramente por ordenador, Mejor Fotografía.
En el apartado interpretativo no hubo sorpresas; Jeff Bridges fue recompensado por una carrera repleta de interpretaciones memorables culminada este año con la del cantante country acabado al que da vida en Corazón Rebelde. En el apartado femenino los temores se cumplieron y tanto Sandra Bullock por The Blind Side (sin duda, el lado explotado por la Academia) como Mo'nique se alzaron con la estatuilla a Mejor Actriz y secundaria respectivamente, esta última por encima de Penélope Cruz. Curiosamente, el día anterior Bullock recogía el premio Razzie a la Peor Interpretación femenina por All About Steve, convirtiéndose en la primera actriz en conseguir este grato honor. Por su parte, el desegradable rol que hace suyo como anillo al dedo Mo'nique en Precious bien le ha valido un Oscar, confirmando la tendencia de los académicos a premiar a tarados, deformes y cualquier forma de degradación humana. Precious, además, consiguió el premio al Mejor Guión Adaptado, basado en la novela Push de Sapphire, por encima de guiones tan brillantes como el de Up in the Air.
Si bien la representación española se fue de vacío, ya que ni Penélope ni el cortometrajista de animación español fueron galardonados, la producción de nuestro país obtuvo una vistoria moral gracias al inesperado triunfo de la argentina El Secreto de sus Ojos de Juan José Campanella en su segundo intento por la estatuilla;con un 55% de producción de la española Tornasol. La cinta protagonizada por Ricardo Darín se impuso a rivales de la talla de La Cinta Blanca o Un Profeta.
Por otro lado, Up fue la Mejor Película de Animación y la música de Michael Giacchino fue premiada como Mejor Banda Sonora. La mejor canción fue para Corazón Rebelde.
Esto es todo lo que ha dado de sí la 82º edición de los Premios Oscar; alegría para unos y disgusto para otros. No obstante, no se debe olvidar que los Oscar son únicamente los premios que la academia de cine hollywoodiense otorga y, en ningún y según se ha demostrado a lo largo de la historia, son la gran instancia que legitima y califica el producto cinematográfico del año. Glamour, entretenimiento y espacio informativo a tropel es fundamentalmente lo que ofrece los Oscar. Pero al fin y al cabo, somos cada uno nosotros los que decidimos, en nuestra propia percepción de espectadores, qué es aquello que nos emociona y qué es lo que nos desagrada.

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