Películas para dos vidas; La Gata Sobre el Tejado de Zinc



Sin duda ninguna, una de las mejores películas de la Historia del Cine. Narrada con maestría por el gran Richard Brooks e interpretada con elegancia y buenas formas por mi adorado Paul Newman y la bellísima Elizabeth Taylor, se convierte en una de esas películas que todo buen aficionado al cine debe ver al menos, cuatro veces en su vida. La primera de ellas para no entender nada y quedarse más o menos sorprendido y decir que es una buena película. La segunda, el espectador se dará cuenta de que la segunda gran película de Paul Newman dio a conocer a uno de los grandes actores que el cine tendrá jamás. La tercera, se habrá de contemplar con ojos casi lascivos a una Elizabeth Taylor en estado de gracia. Y por último, la cuarta de las veces, se deberá admitir que La Gata Sobre el Tejado de Zinc es una obra maestra de la narrativa, la psicología cinematográfica y uno de los retratos maritales más geniales jamás filmados.
En el sur de los Estados Unidos, en plena enfermedad del patriarca de una gran plantación, dos hijos, dos nueras, una esposa y un montón de indeseables niños hacen las delicias de un espectador que no tardará más de un cuarto de hora de metraje en verse envuelto en una trama que no le dejará indiferente. Basada en una novela de Tennessee Williams, un fantástico autor de obras teatrales que ya nos legó grandes obras maestras como La Noche de la Iguana, Piel de Serpiente o Un Tranvía Llamado Deseo (todas ellas llevadas al cine), y genialmente adaptada por Richard Brooks, la película nos introduce en la psique de Brick, el personaje que tanta fama dio a Paul Newman y por el que tantas mujeres en medio mundo suspiraron. Éste, enfrentado a su hermano por la herencia familiar, no quiere saber nada ni de su padre ni de nadie de los que le rodean. Ni siquiera de su bellísima esposa, resignada a una vida complicada junto a su esquivo marido.
Es realmente asombroso conocer todas las inquietudes de cada uno de los personajes de la película. El guión de Brooks permite al espectador llegar a sentir lástima por el patriarca, un gran hombre mermado físicamente por la enfermedad y que tiene que soportar a su esposa, a su nuera y a sus insoportabilísimos nietos. La inseguridad ante la muerte hace que se plantee su relación con ambos hijos e intente que todos vivan lo mejor que puedan olvidándose de los enfrentamientos entre toda su familia. Por otro lado, el matrimonio formado por los actores Madeleine Sherwood y Jack Carson. Una, por ser una de las nueras más inquietantes de la Historia del Cine y el otro por ser el hijo "perfecto" que todo padre gustaría tener. Inolvidables también son los nietos, que como buenos niños, dicen verdades como templos.
Pero lo que de verdad sorprende es intentar reconocer que el personaje de Paul Newman, apegado durante toda la película a una muleta de madera y un vaso de whisky, tiene toques de homosexualidad. Durante todo el metraje, la orientación sexual del protagonista se verá reflejado en su continua búsqueda de su mejor amigo Skipper, recientemente fallecido y que será el detonante de buena parte del contenido de la trama. Su negativa a acostarse con su mujer, ni tan siquiera a tener hijos, es parte de la situación encubierta que viven en una de las habitaciones principales de la mansión.
No pretendo revelar ni tan siquiera un detalle más de la trama. Sólo espero que usted, querido lector, disfrute como yo lo hice viendo La Gata sobre el Tejado de Zinc, una de las obras imprescindibles de la Historia del Cine, con dos actores irrepetibles y en una película como jamás volveremos a ver.
Garantizado.

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