Crítica Mientras Duermes; Mirarás debajo de la cama

7,5/10

El pasado viernes se estrenó la última película de Luis Tosar, Mientras Duermes, un ejercicio de suspense realmente destacable que hará que más de uno no vuelva a casa tan seguro de haber cerrado la puerta con llave. Dirige uno de nuestros directores más respetados, Jaume Balagueró, que con Marta Etura y Alberto San Juan forman un equipo de excepción. El cine español está cambiando. Y lo hace desde su propia base, desde los pilares que sujetan los manuales de los diferentes géneros que se han cultivado en decenas de años de cinematografía. Los guionistas, actores, directores, músicos o productores han evolucionado hasta marcar nuevas cotas dentro del cine patrio.
Buena prueba de esa evolución es esta Mientras Duermes, una película dirigida por Jaume Balagueró que muestra una de las grandes historias de suspense que el cine español ha visto en muchos años. Quizá no llegue al nivel técnico de otras obras maestras de la presente temporada en España pero tiene una cosa que, a lo mejor, no poseen otras películas. Hablamos de una cierta complicidad con el espectador, una implicación agradecida, una confabulación premeditada para que vivamos la trama con la misma intensidad con la que los actores realizan sus papeles.
Balagueró es experto en este tipo de relación con el espectador. En REC ya lo demostró, haciéndonos partícipes de una historia que, aunque no tenía nada que ver con nosotros, nos afectaba de la manera en que éramos espectadores de la película y del programa de televisión con el que Manuela Velasco hizo el reportaje más tenebroso de su carrera.
Mientras Duermes es una película de terror hipnótica, al igual que la interpretación de su actor protagonista. Un Luis Tosar que, le pese a quien le pese, es el mejor actor español que trabaja en nuestro país. Ver actuar a Tosar es todo un orgullo que hace que nos planteemos la utilidad de la caterva de seres que pueblan nuestro cine, que apenas saben articular palabra, y que son adorados como ídolos de oro, cuando no están hechos ni de barro.
Con un pulso narrativo extraordinario, Balagueró narra una historia que no nos dejará indiferentes. La historia de un bloque de pisos, visto a través de los ojos de su conserje, un psicópata con el rostro de Tosar que proporciona la suficiente tensión al espectador como para encogerse en el asiento ante la crudeza de alguna secuencia específica de la película. Mientras Duermes posee la riqueza narrativa de las grandes películas del terror europeo. No hay efectos especiales ni sexo explícito. Estamos cambiando en España y lo hacemos desde nuestra propia base. Si antes teníamos un cine harto de pechos femeninos, orgías, jamones y toros, ahora tenemos un cine inmerso en el panorama fílmico mundial. Se respira tensión desde el primer minuto de metraje. La película es fría, oscura, tenebrosa. El espectador termina su visionado con un vacío en el estómago fruto de una serie de acontecimientos que harán cambiar el curso de la trama y que provocarán que nuestro vacío vaya in crescendo. Incluso habrá alguien que llegue a su casa y tenga que mirar por todos los rincones de la casa asegurándose que no exista peligro alguno antes de rendirse a la fase REM.
Mucho ojo con las tres interpretaciones principales. Un Luis Tosar excelso en su papel, una Marta Etura cumpliendo con su responsabilidad en el metraje de manera formidable y una niña, una Iris Almeida chantajista y manipuladora que será la única piedra de toque de nuestro perturbado protagonista.
Hay que ir a ver Mientras Duermes. Hay que contemplar el verdadero cine español en sus nuevos tiempos. Podemos sentirnos orgullosos del nivel que vamos adquiriendo poco a poco. Cada vez es más necesario desterrar a personajes como Vicente Aranda o Bigas Luna, algunos de los artífices de los complejos que llevamos arrastrando en nuestro cine desde hace décadas.
Señores, el cine español está resucitando. Sintámonos orgullosos de ello y aprovechemos el momento.

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