Woody Allen. Sexo. Amor. Drama. Humor. Parejas.
Podría pasarme la crítica describiendo todos y cada uno de los elementos que conforman todas y cada una de las cintas del director neoyorquino al que le estamos dedicando este maravilloso ciclo-repaso con el fin de recuperar sus películas más desconocidas y relacionarlas con sus más magistrales obras.
Este mes, me ha tocado en suerte interpretar a la malograda Conocerás al Hombre de tus Sueños y también me pongo al servicio de la psique de Allen para tratar de analizar una de sus mejores películas, pero también una de sus más desconocidas obras.
Maridos y Mujeres es una fantástica comedia dramática interpretada por Woody Allen, Mia Farrow (que se hace inseparable), Sydney Pollack, Judy Davis, Juliette Lewis y Liam Neeson. Con este reparto, el director teje una maravillosa y absorbente historia acerca de las relaciones de pareja, el matrimonio, los divorcios y las aventuras o affaires que surgen cuando las relaciones no salen todo lo bien que se desearía.
Aquí, la historia comienza cuando la pareja formada por Allen y Farrow recibe la noticia de que sus mejores amigos, otra pareja (formada por Pollack y Davis) tienen intención de separarse. A partir de ese momento, será inevitable echar un vistazo a nuestra propia pareja e investigar todos y cada uno de los pasos que sigue nuestra, hasta ahora, "alma gemela". Nos volveremos paranoicos pensando lo que podrá o no estar haciendo nuestra pareja en ese momento. Pero todo eso es señal de que todavía seguimos enamorados, que nos importa nuestra vida y que sentimos todavía un hormigueo por nuestro cuerpo cuando vemos que llega a casa a nuestro lado.
Woody Allen recoge esta sensación humana y la plasma de manera magistral en Maridos y Mujeres. Muchas veces, este sentimiento se transforma en pelea y en un conflicto donde la fuerza física, desgraciadamente, siempre tiene la última palabra. Las parejas se pelean. Algunas saben encontrar la manera de perdonarse y seguir hacia delante. Otras jamás se plantean la convivencia y la separación y divorcio se hace efectivo.
Un guión magnífico, a la altura de las mejores cintas del director, a las que sumamos las fantásticas interpretaciones de los cuatro actores encargados de ilustrarnos la vida en pareja. Además, en el fondo de la historia, nos aparecen dos actores especialmente llamativos. El primero de ellos, un Liam Neeson pre Oscar Schindler, que comenzaba a hacerse un merecido hueco en el estrellato gracias a apariciones en La Misión, Réquiem por los que van a Morir o Motín a Bordo, todas ellas de secundario. Pero gracias a cintas como esta que nos ocupa, lo veremos en grandes papeles como Michael Collins o La Lista de Schindler. Por otro lado, tenemos a Juliette Lewis, una atractiva joven que tuvo un éxito desorbitado a raíz de sus interpretaciones en El Cabo del Miedo o Abierto Hasta el Amanecer. En Maridos y Mujeres interpretan a las terceras personas con las que el matrimonio formado por Allen y Farrow intentan olvidar sus problemas en casa con su pareja.
Como conclusión, pedirle a todos los admiradores del cine del neoyorquino que vean esta película, por primera, segunda, tercera o cuarta vez. Que no se canse de contemplar, mientras hacemos de llamativos voyeurs, a dos matrimonios asediados por las dudas tras saber que uno de ellos tiene intención de divorciarse. Que nos identifiquemos con ellos y nos interroguemos a nosotros mismos sobre nuestra condición de "pareja de".
Woody Allen es único en explorar nuestra condición de seres humanos y todas las relaciones, culturales, sociales y emotivas, que afloran en ciertos momentos para darnos la conciencia de ser lo que somos, seres humanos practicantes incansables de amor, sexo y drama.
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