Dulce Cine de Juventud; Mission: Impossible

A diferencia de mi amigo y compañero Jesús Benabat, confesado ochentero en lo que a su juventud cinéfila se refiere, me he venido dando cuenta que los mayores ratos de divertimento los pase junto al reproductor de VHS de mi casa con películas producidas en los años 90. Y es que nuestra década precedente ha sido algo extraña en lo que a cine "joven" se refiere, quizás más enfocado en las producciones eternas de Walt Disney, de las que haremos un ciclo que bien merecerá la pena.
En esta década, concretamente en 1996, se produjo una de las películas que con más cariño recuerdo. Tenía 8 años cuando fui al cine a ver a Tom Cruise en uno de sus papeles más famosos y omnipresentes. Aún recuerdo cuando vino a Sevilla a presentar su infructuosa Noche y Día, que decenas de fans portaban, junto a sus móviles y cámaras, un boligrafo y la carátula de la película que hoy nos ocupa. 
Y es que Mission: Impossible (pinche en el enlace para ver el tráiler) supuso un auténtico rato de diversión, frenetismo y espias para una tarde lluviosa, soleada o nevada. Un Tom Cruise joven, ágil y sin especialistas, realizó una de las películas más destacadas de su filmografía interpretando a Ethan Hunt, el espía que yo quería ser de pequeño. Un papel que repitió sin éxito en Mission: Impossible II (2002, John Woo) y la algo más decente Mission: Impossible III (J.J. Abrams, 2006), dos secuelas bastante alejadas de la calidad que le imprimió aquel director tan brillante surgido de la Nueva Generación de los 70, Brian De Palma.
Una de las bazas es el guión, que aunque no excelente resulta entretenido, de uno de los más reputados escritores fílmicos de Estados Unidos. Un David Koepp que ya trabajó con Steven Spielberg en Parque Jurásico; con De Palma en Atrapado por su Pasado y más recientemente, en la cuarta entrega de Indiana Jones así como en la primigenia película de Sam Raimi Spiderman. El trabajo de Koepp, acompañado de Steven Zaillian, se basó en adaptar la conocida serie de los años 60 protagonizada por Martin Landau en la que un grupo de espías cumplía sus complicadas misiones con todo tipo de artilugios fantásticos. Los guionistas tejieron una trama de intriga frenética en la que nadie parece ser quien dice ser, excepto nuestro protagonista, que entre tiros, explosiones y persecuciones tendrá que distinguir entre amigos y enemigos.
En esta ocasión, la tecnología se pone al servicio de un reparto de altura donde incluímos al propio Cruise y a Kristin Scott-Thomas, Emmanuelle Béart, Jon Voigh, Jean Reno, Ving Rhames, Vanessa Redgrave o Henry Czerny. Un gran número de actores que tejieron una trama más que notable que debemos revisitar cada vez que queramos recordar nuestros años de infancia o cuando tengamos ganas de ver cine y pasarlo bien.
Mission: Impossible posee alguna de las escenas más conocidas de la Historia del Cine. Por citar alguna, aquella en la que Tom Cruise salta a través de un cristal para salvarse de ser engullido por una masa ingente de agua procedente de una explosión en un acuario. Y que me dice de la gran escena del túnel, el tren y el helicóptero. Es una auténtica barbaridad, no es real. Pero, por tutatis, que permanecí anclado al asiento sufriendo pr Ethan Hunt. Y no me puedo olvidar de la escena más referenciada de la película: aquella en la que un sudoroso Cruise desciende desde el techo a través de un cable por una sala completamente protegida por sensores láser. Sus gafas y una gota de sudor harán que usted no mueva ni un sólo músculo ante una de las escenas más famosas de toda la Historia.
Tampoco podemos pasar por alto la magnífica banda sonora, creada por el sin igual Danny Elfman, que basó su composición en el uso de sonidos de todo tipo. Desde despertadores y relojes hasta una amplia gama de instrumentos de percusión, amén de reinventar el conocido tema de Lalo Schifrin que daba comienzo a aquella mítica serie.
Escenas grabadas a píxeles en mi retina. Escenas impuestas a golpe de tubo de imagen por una Thompson de 20 pulgadas. Una de las grandes películas de mi infancia que jamás, jamás me cansaré de ver y contemplar una y otra y otra vez.
Nuestro compañero de fátigas en otro terreno espinoso como son los videojuegos, Rubén Polo, trazó una crítica del nefasto videojuego que salió de esta gran película. Pulse en el siguiente enlace para visitar la crítica.

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