Crítica El Americano; Cambio de rumbo


7/10

Anton Corbijn nos trae, después de su gran Control, una meticulosa, precisa, oscura y enigmática cinta protagonizada por un inconmensurable George Clooney en el misterioso papel de Jack, un asesino a sueldo que decide que éste será su último trabajo. Pero, sorprendentemente, no es consciente de que ese último trabajo puede ser determinante para el resto de su vida.
El Americano es una película magnética desde el primer momento. Es cierto que resulta, en algunos momentos, algo tediosa y larga. He de advertirles a todos aquellos que se acerquen al cine, que deberán ir tras haber echado una buena siesta. El ritmo puede resultar muy lento y no aguantará el metraje si no acude al cine debidamente despierto.
Sin embargo, y a pesar del ritmo impuesto por el director, el cual no se ha arriesgado mucho en su apuesta, se teje una intriga lejos del thriller por todos conocido pasando a ser una historia acerca de la soledad humana a las puertas de la muerte, tanto de un asesino a sueldo expuesto permanentemente al peligro como de la vida de sus víctimas, inexorablemente ligadas al destino que éste, cruel juez, les otorga según los intereses de un tercero.
Lo más destacado de la cinta son tres aspectos. Por un lado, la banda sonora. Temas tremendamente inquietantes que auguran una intriga y un cierto suspense desde que comienza la cinta con una gran secuencia de créditos hasta el final, donde las notas de un piano se clavan en la mente del espectador mientras asistimos al final que Clooney y Corbijn nos tienen preparados.
En segundo lugar, la fotografía. Coordinada por Martin Ruhe, es uno de los puntos fuertes de la película que augura imágenes espectaculares enmarcadas en lugares insuperables dentro la geografía italiana, entre ellos, Castelvecchio o Calascio, pueblos muy pequeños pero en los que merecería la pena perderse y jamás ser encontrado.
Y en tercer lugar, el protagonista. George Clooney construye el que quizás sea uno de los personajes más destacados de su filmografía. Es la primera vez que lo vemos interpretando a un hombre "malvado", el cual inevitablemente nos cae antipático. Su manera de matar a sangre fría y su calculada posición respecto a la vida le hace ser un hombre indeseable. Con suerte, si el año pasado lo nominaron por un papel menos exigente como Up in the Air y ganó un Oscar por la extraña Syriana, me extrañaría mucho que este año no estuviese presente en la próxima temporada de premios que se abre a partir de diciembre.
El principal aliciente de El Americano es que huye del éxito. No pretende ser un taquillazo, ni tan siquiera ser la película más vista del año. Pero lo que de verdad engrandece a su protagonista es el talante que ha adoptado a la hora de escoger sus películas. Proyectos intimistas, oscuros, poco dados a la "superllamada" de la taquilla dispuesta a llenar las arcas de las productoras y mucho más involucrado con el cine más independiente. Lejos parece que quedan aquellos tiempos en los que Tres Reyes, El Pacificador o Un Día Inolvidable se convirtieron en éxitos de público. Ahora, vemos a un Clooney más mayor (49 años) que ha escogido el camino que están haciendo actores como Leonardo DiCaprio o Brad Pitt, en los que sus proyectos van más encaminados a su enriquecimiento como actores que por llenarse los bolsillos.
Si usted escoge ir a ver El Americano deberá saber que no es una película de suspense intenso al más puro estilo Alfred Hitchcock. Es una película elegante, fría, meticulosa e incluso sorprendente en la que un George Clooney se enfrenta a sus temores más oscuros mientras tiene tiempo para perderse, enamorarse y jugarse la vida. No se quedará pegado al asiento pero disfrutará de algo más de hora y media con fantásticos planos de la Italia más desconocida y una bella protagonista llamada Violante Placido. Es una buena película, que va más allá del simple término "interesante" y que supone un cambio de orientación a la carrera del actor más carismático de los últimos años en la gran pantalla.
Hágame caso, véala despacio, deténgase en cada plano y disfrute.
No lo lamentará.

1 comentario:

  1. Decir simplemente una cosa para completar la crítica:

    A "El Americano" le ha ocurrido lo que le pasó el año pasado a "Enemigos Públicos", una fantástica y absorbente película de Michael Mann que pasó sin pena ni gloria y sufrió las iras de un público mucho más exigente.

    ResponderEliminar