Crítica Batman y Robin; Ay, pena, penita, pena...


3/10


Una de las grandes estupideces que se han hecho nunca, Batman y Robin es el prototipo de película odiada por todo amante de las películas de Batman y del cine en general. También es el final de una saga de la que ya nunca volveremos a hablar hasta la reinvención proclamada por Christopher Nolan y Christian Bale.
La cinta comienza con un festival erótico-festivo de los trajes de Batman y de Robin tras ver lo más destacable de la película: el montaje realizado con los créditos iniciales. Parece de risa, pero es así. Aguardamos con impaciencia que el reparto nos ofrezca una aceptable película. El bueno de Arnold Schwarzenegger, el simpático George Clooney, nuestro amigo Chris O´Donnell y las, a mi gusto, desagradables Uma Thurman y Alicia Silverstone parecen intentar tejer una trama decente y aparente.
Nada más lejos de la realidad. Con diálogos como "Ahora entiendo porqué Superman trabaja solo" o "Hola Frío, soy Batman", el director Joel Schumacher y el guionista Akiva Goldsman hacen el rídiculo y nos hacen pasar un rato entretenido pero a costa de tomarnos el pelo. Si Batman Forever tenía tintes serios y se basaba más en el cómic de Bob Kane, Batman y Robin peca de querer parecerse a la charlotada que montó Adam West en los años 60 y que hoy día es toda una obra de culto freak.
Con un uso apabullante de efectos especiales, esta cinta no ha logrado el apoyo ni de crítica ni de público gracias a sus escalofriantes escenas que nos recuerdan que todavía hay gente capaz de hacer películas no malas, sino tétricas.
Ya lo dijo George Clooney en una reciente entrevista cuando le hicieron la siguiente pregunta y él respondió:
- "Mr. Clooney, ¿ha llorado con alguna película?"
- "Sí, con Batman y Robin."
En esta frase del protagonista de la cinta que nos toca en esta crítica se resume el pesar con el que Warner Bros. decidió dar por finalizada la producción de películas de Batman. Clooney, un actor por el que siento verdadera admiración, estuvo a punto de tirar por tierra su carrera de no ser por su carisma y sus buenas cualidades interpretativas, que supo ver Steven Soderbergh e iniciar con él una fructífera carrera con fantásticos títulos. A Chris O´Donnell no le volvimos a ver jamás hasta The Company, una serie sobre la CIA que casualmente coprotagonizó con un ex-Batman: Michael Keaton. De Schwarzenegger ya lo conocemos todo al igual que de Uma Thurman, musa de Quentin Tarantino y actriz de carrera irregular a la que no pasó factura su participación en esta cinta. De hecho, su personaje de Hiedra Venenosa pudo haber acabado con ella. Sin duda resulta más grotesco que el Enigma de Jim Carrey, bastante más aceptable y digno. Otra olvidada fue Alicia Silverstone, la Bat Girl, que sinceramente no se de dónde ha salido. De hecho, y como anécdota, llegaron a apodarla Fat Girl, puesto que su traje se le quedó estrecho debido a las tremendas ingestas de comida a las que se sometió durante el rodaje.
No merece mucho la pena seguir hablando de esta película puesto que daríamos vueltas sobre la misma bazofia y eso no puede ser bueno. Yo, como buen consumidor de cine, busqué durante años esta película por las estanterías de los centros comerciales. Realmente todavía no llego a comprender porqué la compré.
Supongo que por darme el gusto de coleccionar todas las películas de Clooney.
Creo...

1 comentario:

  1. Luego de esta poderosa crítica tengo que ver esta película!!!! Excelente blog.

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