Cuando ya sólo me queda por ver Kill Bill Vol. 2 para completar mi visionado de las películas de Tarantino (algunas ya las he visto más de tres o cuatro veces), me he puesto delante del DVD de Jackie Brown tentado ante los comentarios de muchas personas que han manifestado su poco gusto y su pesar ante esta cinta que los críticos han definido como "antitarantiniana". Realmente es así. Observando la arriesgada apuesta con la que el director de Knoxville nos obsequia con cada película que realiza, su tercer largometraje como director supuso una cierta decepción. No es fácil emular la violencia con la que se trató Reservoir Dogs, una obra imprescindible para entender la genial mente de Tarantino. Tampoco es sencillo mantener el listón alto después de esa obra maestra resucitadora que fue Pulp Fiction. No obstante, Jackie Brown es un buen trabajo de un director empeñado en hacer crecer su estrella a base de pocos títulos pero un impresionante estilo, marca de la casa.
Acompañado de un reparto más que excelente, el bueno de Quentin nos trae a colación la historia de una azafata de vuelo de una compañía bastante mediocre a la cual se le cruza en su camino un incansable agente de policía, el mafioso de las armas local, su novia y un fiador del que sentiremos una mezcla de odio y simpatía cuando finalice el metraje. Pam Grier, estrella de las películas del género Blaxploitation, una serie de cintas de principios de los 70 hechas por y para afroamericanos. Se trataba de explotar el entorno urbano de esta comunidad en Norteamérica. Fue un cine diferente que llegó a causar furor en aquella época. En la filmografía de Tarantino, Jackie Brown es el homenaje perfecto. Una fantástica banda sonora con los mejores temas de soul y blues utilizados en aquellas películas, sirve como homenaje a aquel género devaluado por la fuerte industria de Hollywood. Robert Forster, un exitoso actor de los años 70 también es "resucitado", al igual que Pam Grier (vista posteriormente en Mars Attacks de Tim Burton) en esta cinta y en un papel por el que fue nominado al Oscar al mejor actor de reparto. Interpreta a uno de los ejes centrales de la película, un fiador que ayuda a salir de la cárcel a Jackie y con la que planeará uno de los finales de la película. Mención aparte merece la casi desaparecida Bridget Fonda, hija de Peter y sobrina de Jane, que es una actriz con un registro limitado que apenas ha tenido suerte en el mundo del cine y a la que recordamos en El Padrino III. Aquí interpreta a la novia de Ordell y sus apariciones son más bien escasas, exceptuando su aventura final con Louis, el personaje de Robert De Niro.
Las grandes bazas de la película son De Niro y Samuel L. Jackson, un habitual en las cintas de este tipo de Tarantino y que recupera algunos trazos de su personaje en Pulp Fiction para ofrecernos aquí una excelente interpretación de Ordell, el traficante de armas buscado por la Policía. Dentro del cuerpo encontramos a un viejo amigo llamado Michael Keaton que cumple con su papel de una manera más que decente. Sin duda ninguna, Robert De Niro será recordado por esta interpretación debido a que no abre la boca prácticamente en ningún momento de la película. En la recta final es cuando podemos volver a escucharle hablar, casi siempre dedicando improperios de la única manera que De Niro sabe.
El aire de película de los años 70 no se pierde sobre todo gracias a una banda sonora con clásicos de Bobby Womack, Johnny Cash o Randy Crawford. Y es que cuando Tarantino echa mano de su discografía para acompañar sus películas, todo el mundo debe ir al cine acompañado de una libreta y un bolígrafo para apuntar las grandes canciones con las que nos obsequia. Si ponemos atención, el director hace que la mayoría de las canciones suenen porque hay un radiocassete encendido, ya sea de la "furgo" de De Niro, de la casa de Pam Grier o del coche de Robert Forster y deja de sonar cuando el personaje detiene su reproducción. Una forma poco utilizada de hacer interactuar la música dentro de la película con los propios actores y no sea mera música incidental, a la que estamos demasiado acostumbrados.
No obstante, Jackie Brown tiene un guión confuso. Es una película excesivamente larga, lo cual no quiere decir que se haga larga. Al contrario, se confunde al espectador pero Tarantino tiene la habilidad de volver a reubicarnos gracias al recurso de la "historia cruzada" con la que entendemos todo lo que está sucediendo con las bolsas del centro comercial en la que se ha definido como la mejor escena de la película. Todos los personajes confluyen, directa o indirectamente, en un probador de una tienda de ropa. Allí tiene lugar el comienzo del desenlace de una trama que nos ha tenido enganchados pero no apasionados.
No es Pulp Fiction. No tiene la originalidad de Reservoir Dogs. Sin embargo, es una cinta que se disfruta de principio a fin aunque no sea la mejor de las películas de un director ya eterno.
I lof this film!!!!
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