Dulce Cine de Juventud; Risky Business

6/10

Uno de mis actores predilectos, Tom Cruise, saltó al estrellato en el cine gracias a esta película de universitarios que encandiló a los jóvenes de aquella época. Hoy en día, una de sus secuencias más conocidas (la del actor bailando en calzoncillos con una escoba como guitarra y las ya famosas Ray-Ban) sigue siendo una de las más parodiadas y recordadas de todos los últimos años del cine.
La historia es simple. Un joven universitario se queda en solo en casa y decide "liarla" aprovechando que sus padres no están allí. Él es un chico responsable e incluso podríamos decir que es el chico perfecto. Cualquier padre confiaría en él.... o no.
El guión es sencillo pero conciso. No se pierde en escenas que no llevan a ningún sitio. Incluso nos ofrece momentos de suspense liviano al intentar discernir qué es lo que va a ocurrir con nuestro protagonista cuando lleguen sus padres y vean en los líos en los que se ha metido su hijo.
La dirección, por parte de Paul Brickman, es efectiva realizando una película que, a pesar de no pasar a la historia del cine, si ofrece momentos de buen entretenimiento. Al final, nos quedaremos con un buen sabor de boca tras haber visto una película ochentera al máximo nivel y con un resultado más que decente.
Risky Business se enmarca dentro del grupo de películas llamadas "comedias juveniles" que enganchan a este tipo de público basándose en tratar con argumento una historia que no chirríe a la inteligencia del espectador.
Escenas incluso de sexo son las que vemos en una película completa en todos los sentidos. Tom Cruise y Rebecca de Mornay se marcan alguna que otra secuencia que, para la época, fue una sensación y con las que ahora es inevitable soltar alguna carcajada.
Aún sin esperarme absolutamente nada de Risky Business, lo cierto es que me sorprendió gratamente. Yo, que no soy muy dado a las comedias adolescentes, tengo que admitir que me lo pasé bastante bien contemplando las idas y venidas de un jovencísimo Cruise antes de llegar a lo más alto en Hollywood.



2 comentarios:

  1. "Hay momentos en la vida en los que hay que saber decir... pero qué coño!!!!"

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  2. No hay nada como la esencia ochentera que desprenden películas como esta. Con ellas crecí, y aunque no serán nunca elegidas como las mejores de la historia, para mí tienen un valor especial. Os tengo que dar las gracias por rememorarla!
    Con esta me enamoré de Tom y después de ver Top Gun nada volvió a ser igual... jejeje

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