Crítica Donde Viven los Monstruos; Si es para niños, vale

3/10

Si usted mira a su derecha contemplará un top-five de películas que nosotros consideramos como las mejores de lo que llevamos de 2010. Esa lista sigue fija desde febrero. Algo que es realmente triste si tenemos en cuenta la larga lista de estrenos que se han sucedido desde que creamos este blog.
Tanto Jesús Benabat como yo teníamos ganas de ver especialmente dos películas en este año. Una, Fantástico Mr. Fox, apabullados por las grandes críticas y buenas impresiones de gente sin duda afín al cine de Wes Anderson. Lo cierto es que no vimos más que una serie de personajes disfrazados de zorros y con movimientos profundamente eclécticos que ponían la piel de gallina. Acabamos el visionado pensando si, quizás, esta era la hora y media más perdida que llevábamos viendo una película en toda nuestra vida. La otra cinta era Donde Viven los Monstruos. Dirigida por el surrealista Spike Jonze y apoyado en el guión del todavía peor Charlie Kaufman, me dispuse a ver esta película de nuevo animado por sus buenas críticas, al menos en Estados Unidos.
La historia, basada en un libro de Maurice Sendak, de título homónimo, se publicó en 1963 y tuvo cierto éxito entre los adolescentes de la sociedad más cultivada americana. Es la narración de un momento de la vida de un niño de unos 12 años que, cuando su madre lo llama "monstruo" decide adoptar esa forma y comenzar un viaje donde conocerá a montones de congéneres con los que sentirse identificado.
Pero es que a mí esto me aburre soberanamente. Ver durante algo más de hora y media a una serie de gigantones pegándose unos a otros y destrozando a lo bestia todo lo que encuentran a su paso, sumados a un niño histérico salido de las más oscuras habitaciones de Alguien Voló Sobre el Nido del Cuco y a un guión que no se sabe muy bien si nos cuenta la historia del niño o si realmente le dieron alguna subvención por él a Kaufman, uno se dispone a ver esta película. Si, como llegó a decir alguien en su momento, esto es una historia para niños, me parece muy bien. Pero a mí me han tomado el pelo. Es imposible que sienta el más mínimo afecto ni que padezca la más mínima pena cuando tanto los monstruos como el niño lloran como descosidos. Como me ocurrió en Fantástico Mr. Fox, intento saber porqué medio mundo alabó y alaba esta cinta donde el metraje se me hace excesivamente pesado.
No hay que olvidar que esta cinta la dirige Spike Jonze, un hombre movido entre lo snob, lo näif y el surrealismo más exacerbado. Si hay que enlazar todos estos elementos, como Jonze, pretende que haga, me quedo viendo otro tipo de películas más agradecidas que me hagan pensar y disfrutar de un buen rato de cine sin pensar en tantas complicaciones.
Lo que si es digno de alabanza, y eso no se lo arrebato, es lo sugerente de la banda sonora, incluso nominada al Globo de Oro. Me encanta también escuchar la voz de James Gandolfini en la piel de uno de los monstruos y me quedo absolutamente helado con la aparición estelar de uno de los grandes actores de reparto de la actualidad: Mark Ruffalo, que solo aparece 40 segundos diciendo "No debería hacer esto".
Pero no me gusta la película. No me gustan este tipo de historias. Me siento confundido y estafado. Donde viven los monstruos, me da igual.

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