Las 20 mejores escenas de la Historia del Cine, según Antonio Sánchez (II)

Tengo el honor de inaugurar este mes de julio invitando a todos los lectores a que conozcan la segunda parte de nuestras "escenas de una vida". Este mes, Jesús Benabat nos sorprenderá con su segunda selección de sus 20 mejores escenas. Es imposible seleccionar todas las escenas de las más de 1000 películas que hemos visto. Todas tienen algún momento especial, por eso no damos por terminada totalmente esta sección. De momento me toca a mí y os presento las que yo he seleccionado para dar por finalizada (de momento) esta sección de nuestro blog:

- Nunca volverás a ducharte (Psicosis, Alfred Hitchcock, 1960): El maestro del suspense construyó una de las mejores secuencias de la Historia del Cine: el asesinato de Janet Leigh a manos de la "madre" de Anthony Perkins. 75 cortes en 45 segundos. Y los violines de Bernard Herrmann de fondo. Inimitable, irrepetible, inquietante. Única. Sienta mucha aversión a ducharse aquí.

- Si ves una avioneta, corre (Con la Muerte en los Talones, Alfred Hitchcock, 1959): Vale, no somos Cary Grant y es poco posible que nos confundan con George Kaplan. Pero yo no me fiaría de una avioneta en vuelo rasante. Por si acaso, llévese zapato cómodo. Huya de la avioneta junto con Cary Grant, en esta secuencia.

- Mesarse la barba nunca fue buena señal (En Busca del Arca Perdida, Steven Spielberg, 1981): Harrison Ford llegaba, no sin antes pasar por algún apuro, hasta un ídolo de oro que poco durará en sus manos. John Williams nos hace temblar mientras Indiana Jones estudia la situación. Vuelva a ser niño aquí.

- Pelea de gallos (La Jauría Humana, Arthur Penn, 1966): Si a tu actor favorito le dan una paliza de órdago cuando ves esta película en tu juventud, eso te marca. Es lo que le pasó al que escribe con Marlon Brando y su brutal agresión encima de la mesa de su despacho en esta genial cinta de Arthur Penn. Véalo aquí.

- Nunca pares en un peaje (El Padrino, Francis Ford Coppola, 1972): La primera vez que vi esta escena me quedé con la boca abierta. Y aún hoy cuando la veo, no dejo de sorprenderme. James Caan (Sonny Corleone) sufre un sabotaje ue trastocará los planes de su padre, Don Vito (Marlon Brando). Vea esta escena aquí.

- Con la naranja entre los dientes (El Padrino, Francis Ford Coppola, 1972): Estás con tu nieto en el jardín de tu mansión y, para asustarle, pelas una naranja y te la colocas en la boca. Él se asusta. Sale corriendo y tú vas detrás. Hasta que te da un infarto y todo se acaba. Sólo Marlon Brando era capaz de hacerlo.

- La mejor carrera de la Historia (Ben Hur, William Wyler, 1959): Charlton Heston y Stephen Boyd compitieron con dos cuádrigas por ganar la carrera del Circo Romano. Sólo uno fue el vencedor. Tres horas y media de metraje después, llegamos a una de las escenas míticas de esta fantástica película histórica. Vea esta escena histórica aquí.

- El silencio de... una máquina (2001: Una Odisea del Espacio, Stanley Kubrick, 1967): Keir Dullea desconecta al responsable de la muerte de sus compañeros de misión en esta escena que ha quedado en la retina de millones de espectadores. Kubrick especula con que las máquinas adquieran vida propia, sientan y padezcan como seres humanos. Deleitese en este enlace.

- Nadie querrá ser militar después de esto (La Chaqueta Metálica, Stanley Kubrick, 1987): Si tu entrenador en el Ejército es como Lee Ermey, mejor alístate en la Policía Local. No aguantarás ni uno solo de los piropos que te dedicará. La primera vez, te ríes. La segunda, no tanto. La tercera vez, ya eres un recluta más. Pulse aquí.

- ¿Viaje interestelar? (El Planeta de los Simios, Franklin J. Schaffner, 1968): Charlton Heston no tenía GPS. De lo contrario, no hubiera protagonizado una de las escenas más terroríficas de la Historia del Cine que te deja con la mala sensación de que nuestro planeta puede acabar en malas manos. Disfrútelo aquí.