Una de las más delirantes comedias de Woody Allen sirve como punto de partida a toda una larga carrera de guiones cómicos y llenos de ironía contra la sociedad. Aquí, Allen sirve como primer plato la retransmisión en directo del asesinato del presidente de un Estado centroamericano llamado San Marcos y la instauración de una dictadura militar así como un posterior golpe rebelde que tampoco acabará con objetivos claros. Frases como "el tradicional asalto a la embajada de Estados Unidos, un acontecimiento casi tan antiguo como la ciudad misma" sirven para dar comienzo a esta sátira paramilitar en la que podremos observar las más absurdas y surrealistas situaciones de la filmografía del director del que nos ocupamos en este ciclo.
La segunda cinta en la que Woody Allen hace de director, guionista y actor tras Toma el Dinero y Corre no es una obra maestra pero hace que el espectador pase algo más de una hora de entretenimiento, risas y un humor absurdo que despierta las carcajadas de todo aquel que se acerca a la película.
Además, Bananas se puede interpretar como una crítica a los regímenes dictatoriales, a su forma de vida y a su manera de imponer al pueblo cosas realmente inservibles. De paso, aprovecha para dar su visión personal sobre esos pseudo-héroes formados en milicias y guerrillas paramilitares que se encargan de derrocar gobiernos para imponerse ellos en el poder y dejar el país en una situación indefinida. Sorprendentemente, el parecido entre el dictador de San Marcos con los generales Videla o Batista es evidente. Además, el guerrillero recuerda a dos protagonistas de la historia paramilitar: Ernesto Guevara y Fidel Castro. Sin duda, Bananas esconde mucha crítica política detrás de toda la sucesión de momentos absurdos e irracionales que copan los 80 minutos del metraje.
La retina del espectador se queda con momentos como la adquisición por parte de nuestro protagonista de diversas revistas, entre ellas alguna porno, en una de las escenas más divertidas de la película. Momentos geniales que nos avisan en esta, su segunda película, de lo que va a suceder en las siguientes comedias de Allen. El espectador irá a ver cintas con guiones magistrales con grandes dosis de crítica social, acidez y sarcasmo. Diálogos como el de "dar y recibir" o ver a una española en una película de Woody Allen mucho antes que Penélope Cruz es de alto interés. Es el caso de Natividad Abascal, mas conocida por aparecer en las revistas de la prensa rosa que por sus breves apariciones como actriz o modelo.
Si usted busca una de las obras mayores de Allen, se equivoca de película. Si busca entretenimiento, risas y pasar un buen rato disfrutando de un guión fantásticamente delirante y absurdo, pruebe a ver Bananas. No lo lamentará.
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