- "No te preocupes, Antonio. La película va bien. Tiene momentos graciosos. Has sonreído muchas veces a lo largo de la cinta. Te lo estas pasando bien. Tom Cruise es uno de tus actores favoritos.
- Ya lo se. Pero no dejo de pensar que esto podría haberse hecho de otra manera. Están desaprovechando un poco a los actores, ¿no?
- Pero piensa que la película no está hecha para pasar a la Historia del Cine, sino para reírte un buen rato en el cine y pasar un rato agradable.
- ¿Qué narices pone ahí? SEVILLA, ESPAÑA. Anda, por fin vamos a ver Sevilla. Espera. Un momento. Pero, ¿qué han hecho?"
Esta es la reproducción exacta de la conversación que se estaba produciendo entre mi cerebro y mi subconsciente cinéfilo y tan aficionado al cine americano anoche en el cine Cervantes de Sevilla. Noche y Día no es más que un entretenimiento pasajero que no hace mal ni bien a nadie exceptuando a la ciudad de Sevilla. En primer lugar comentaré la carnaza del asunto antes de pasar a los aspectos técnicos de la cinta de Mangold.
Quiero comenzar esta crítica expresando mi pesar ante la imagen de Sevilla y de España que se ofrece en esta película. Yo, que ya llevo muchas películas a mis espaldas, he visto como en La Vuelta al Mundo en 80 Días (Michael Anderson, 1965), Sólo para Sus Ojos (John Glen, 1981), Misión Imposible II (John Woo, 2002) o En el Punto de Mira (Pete Travis, 2008) se ofrecía una imagen un tanto borrosa de España. Pero la culpa no la tenemos nosotros, que queremos acabar con los tópicos de raíz. La culpa la tienen nuestros ineptos gobernantes, que utilizan el cine como medio para conseguir dinero y votos. Eso es lo que le ha pasado al señor Sánchez Monteseirín con esta cinta. Si yo soy el alcalde de Sevilla, exijo en primer lugar leer el guión antes de dar permisos a diestro y siniestro. Él es la máxima autoridad en la ciudad y por tanto el responsable último de todo lo que tenga que ver con la capital andaluza. Vergonzoso es que veamos la catedral de Sevilla en una imagen inmejorable de la cinta y a la vez que aparece el rótulo "Sevilla, España" escuchemos de fondo "Uno de enero, dos de febrero, tres de marzo...." Es una auténtica vergüenza. Yo, que soy sevillano de nacimiento pero criado en el neutral terreno de Madrid, considero un grave equívoco lo que vi anoche en el cine. No rodaron en Pamplona porque el precio que pedían en la capital navarra era muy alto. Buscando en Google escribiendo "toros españa" les salió el nombre de otra ciudad: Sevilla. Hablo como ciudadano de Sevilla al cual no le ha hecho demasiada gracia la jugarreta del equipo de la película. Ellos son ignorantes por haber confundido Sevilla con Pamplona y sus Sanfermines, pero nosotros tenemos que dejar de reírnos cuando vemos estas cosas en el cine. Si queremos acabar con los tópicos, hemos de dejar de aceptar los dólares americanos e invertir nosotros en cultura más allá de nuestras fronteras. Para que nos conozcan de verdad y acabemos de una vez por todas con el tópico del "españolito".
Ahora me toca hablar como aficionado al cine. Tengo que decir que Noche y Día es una película entretenida, con un guión flojo pero que contiene partes de absoluto delirio sobre todo al principio del metraje y con dos actores principales con mucha química en pantalla. Tom Cruise, uno de mis actores favoritos desde que yo era un chavalín, teje en esta película una parodia de agente secreto que aúna en si mismo todos los elementos que caracterizan a James Bond y a su Ethan Hunt. Tom está en su línea. Es mordaz, divertido, irónico, inteligente, buen tirador... No ofrece una buena interpretación pero trabaja lo suficientemente bien para que cuando salgas del cine no te tengas que acordar de la madre que lo trajo a este mundo. Por otro lado, Cameron Díaz. Una actriz con una gran belleza (por lo menos, a mi me lo parece) que es aún más latente en la pantalla y que en Noche y Día nos trae a una inocentona chica que se cruza en el camino de nuestro agente secreto interpretado por Cruise. Es un papel hecho a su medida para cumplir el simple objetivo de lucirse. Y lo consigue con creces, quizás lo mejor de la película.
Trepidantes escenas de acción muy bien rodadas y con un ritmo frenético que hacen que no te despegues de la butaca. Pero falta algo más de historia en esta película. El espectador se acaba perdiendo en una trama que no sabe muy bien que dirección quiere tomar. Nos quieren explicar el origen del nombre de la cinta, pero es imposible discernir algo en el doblaje al castellano. Pero no intenten traducir Knight & Day, que tampoco tiene sentido. Hay que contemplar el metraje para descubrir el sentido de un título discutido tras haber descartado Wichita, el nombre original del metraje. De la banda sonora mejor ni hablamos.
Si quiere acercarse al cine, será bienvenido. Si prefiere esperar al DVD, casi mejor. Pero disfrute de un buen entretenimiento y, por favor, no se lo tomen en cuenta ni al bueno de Mangold, ni a mi admirado Cruise ni a la bella Cameron.
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